En el Salón del Automóvil de Tokio de 1962 se presentó un prototipo de Toyota realmente inusual: el Publica Sports. Para el fabricante japonés, se trataba de una primicia en el segmento de los deportivos compactos, tras haberse hecho un nombre a lo largo de los años con una serie de modelos asequibles pero sin pretensiones.
Basado en el Publica, una berlina de 28 CV presentada unos años antes, el Sports es un hito en la historia de Toyota y el comienzo de una era de deportivos 'para el pueblo'.
Ese techo que sorprendió a todos
El Publica Sports fue es sólo un ejercicio de estilo, sino que representaba la intención de Toyota de atraer a una nueva clientela. Por eso, aunque partiendo del Publica estándar antes mencionado, la línea se transformó por completo y se hizo más atractiva.
Toyota Publica Sports Concept
En lugar de adoptar las tradicionales dos puertas, los diseñadores japoneses decidieron introducir una notable innovación. Toda la parte superior del habitáculo del Publica Sports se desplazaba hacia atrás sobre un sistema de raíles, desde el pilar delantero hasta la cola, lo que permitía a los ocupantes saltar literalmente a bordo del coche.
Aunque poco práctica para la producción en serie, esta solución demostró rápidamente ser una jugada inteligente para atraer la atención del público.
Potente y ligero
Prueba de ello es que el Publica Sports se convirtió en un auténtico modelo de producción en serie, llamado Sports 800. El motor bicilíndrico de 28 CV del Publica original pasó a 790 cm3, con una potencia de 45 CV.
Puede que esta potencia no parezca elevada, pero gracias a un peso de sólo 580 kg, debido sobre todo a sus reducidas dimensiones (3,58 m de largo, 1,47 de ancho y 1,12 de alto), este Toyota era especialmente ágil y podía alcanzar los 160 km/h en la pista.
Toyota Publica Sports Concept
Finalmente, se descartó el techo corredizo del concept, aunque el Sport 800 incorporó uno de tipo targa desmontable (un invento que incluso precede en unos años al 911), lo que permitió a los compradores disfrutar de una experiencia roadster sin límites.
Se calcula que de los más de 3.000 ejemplares producidos, sólo el 10% circula actualmente. Pocos nostálgicos, por tanto, pueden presumir de tener en su garaje un pedazo de la historia de la automoción japonesa.