Ya sabemos que en Estados Unidos son de festejar a lo grande, por todo lo alto, pero hay lugares en los que se toman esto al pie de la letra, como es el caso de la localidad de Glacier View, en Alaska, donde desde hace unos años celebran el 4 de julio, día de la Independencia de Estados Unidos, con un lanzamiento de coches muy particular.

Lanzamiento... ¡por un barranco! De hecho, esta tradición se ha hecho tan famosa que es posible que hayas visto vídeos de estos viejos coches siendo lanzados al vacío por un precipicio, porque el espectáculo se supera cada año, como vas a ver.

Una multitud de gente se agolpa a orillas del río Matanuska para contemplar cómo, desde una colina de unos 90 metros de altura, se lanzan al vacío coches acelerando a fondo, lógicamente sin nadie en su interior, porque los aterrizajes son... forzosos.

 

El evento en cuestión tiene lugar en una propiedad privada y después del lanzamiento se recogen convenientemente los restos de los vehículos, para dejar las inmediaciones del río como estaban. Ahora bien, parece que no tienen ningún tipo de control gubernamental.

Esta celebración, convertida ya en tradición, nació en el año 2005 pero cada año atrae más y más gente. En esta ocasión, se ha lanzado más de una docena de coches, desde un viejo Ford Taurus hasta una autocaravana o motorhome Dodge

Y... ¿por qué hacen esto? Pues, según los propios promotores del evento, básicamente porque en esta época del año hay luz prácticamente durante todo el día en Alaska y, por tanto, los fuegos artificiales que tanto gustan en otros lugares aquí no tienen demasiado sentido.

 

Según una página del evento en Facebook, la entrada para asistir a este dantesco espectáculo en plena naturaleza de Alaska cuesta 20 dólares para adultos y 10 para niños menores de 13 años, es decir, 18 y 9 euros al cambio, respectivamente.

Promocionado como un "día de libertad, familia, diversión, fe, amigos y comida", es una cita en la que viejos hierros, con su motor acelerando a fondo, se revientan contra el suelo de una ladera para el regocijo de los presentes. No te pierdas el vídeo, porque no tiene desperdicio.