Alrededor de las 2 de la madrugada, hora local, del 28 de febrero, unos ladrones consiguieron robar seis Dodge Challenger Hellcat de un concesionario oficial en Somerset, Kentucky, Estados Unidos, en menos de un minuto. Un vídeo publicado recientemente desde el interior de la zona de exposición captó a los cacos en acción y reveló lo rápido que escaparon con los 'muscle cars'.

Cuatro de los Hellcat estaban expuestos, mientras que los otros dos se encontraban en el aparcamiento exterior. La perspectiva de la cámara solo muestra el robo de tres de los vehículos en el edificio.

Galería: Dodge Challenger Convertible

Las llaves en los coches

¿Por qué se pudieron robar tan fácilmente? Porque las llaves estaban en el contacto de los vehículos, según WKYT News. Además, los ladrones encontraron las llaves de los dos Hellcat de fuera en el edificio.

Al menos en el caso de los vehículos que estaban dentro, los ladrones pensaron incluso en ponerles matrículas provisionales para que los coches parecieran legales en la carretera. El concesionario cree que alguien con información privilegiada podría estar implicado en el delito, porque los ladrones parecían saber cómo funcionaba el sistema de seguridad.

"Una vez que se activa la alarma, tarda 60 segundos en empezar a avisar. Se fueron 20 segundos antes de que la alarma comenzara a sonar. El tiempo de respuesta de la policía fue de unos tres minutos", explicó el gerente del concesionario, Adam Bryant, a WKYT.

Cinco coches recuperados

El robo acabó en una persecución policial a gran velocidad. Alrededor de una hora después del robo, un policía del estado de Kentucky vio a cuatro de los Challenger yendo hacia el oeste por la autopista estatal Cumberland Parkway.

Los conductores huyeron a velocidades de hasta 180 mph (290 km/h), lo suficientemente rápido como para salir del alcance visual del agente. Policías de otro condado desplegaron bandas de pinchos y lograron inutilizar uno de los coches. El conductor, de 19 años, huyó a pie, pero la policía lo alcanzó y lo detuvo.

El 1 de marzo, la policía había recuperado cinco de los seis Hellcat. Uno se quedó sin combustible y estaba junto a la carretera. Las autoridades encontraron otro en Kentucky. Asimismo, un ejemplar estaba en Tennessee y otro en Alabama.