Era solo una formalidad, porque la decisión final ya estaba tomada, pero ahora la prohibición de la venta de coches de combustión interna en Europa a partir de 2035 ha recibido la luz verde definitiva del Parlamento Europeo, llamado a formalizar el acuerdo alcanzado en los últimos meses con los ministros de los Estados miembros.
Ahora solo falta el paso por el Consejo de la UE antes de la publicación en el Diario Oficial de la Unión y la entrada en vigor. Vamos a recordar ahora los pasos previos que se van a dar hasta ese año.
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No solo parar en 2035
Según el texto, todos los coches y furgonetas nuevos que se vendan en los 27 países de la UE a partir de 2035 tendrán que ser de cero emisiones. Entre medias, también hay dos hitos intermedios en 2025 y 2030, que exigen que los coches y furgonetas reduzcan las emisiones de CO2 un 15% (en 2025) y un 55% y 50%, respectivamente (en 2030).
También 2025 será el año en que la Comisión Europea tendrá que completar una evaluación de las emisiones liberadas por los vehículos a lo largo de todo su ciclo de vida. En caso necesario, podrá entonces proponer alternativas a las normas recién aprobadas. En la práctica, se abre la puerta a los biocombustibles.

Excepciones
También hay una exención total para quienes produzcan menos de mil coches al año, que no estarán obligados a decir adiós a los motores de gasolina y diésel, y una exención parcial para quienes produzcan entre 1.000 y 10.000 coches al año (o entre 1.000 y 22.000 furgonetas). En este segundo caso, se aplica la prohibición hasta 2035, pero no las otras dos etapas.
"La legislación fomenta la producción de vehículos de emisiones bajas y cero", ha comentado el ponente Jan Huitema.
"Además, contiene una ambiciosa revisión de los objetivos para 2030 y el alcance de cero emisiones para 2035, crucial para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Estos objetivos aportarán claridad a la industria automovilística y estimularán la innovación y la inversión de los fabricantes.
Comprar y conducir coches de emisiones cero será menos caro para los consumidores y propiciará un rápido desarrollo del mercado de segunda mano. La conducción sostenible estará al alcance de todos".
Según Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, "los costes de mantenimiento de los coches eléctricos ya son inferiores a los de los automóviles con motor de combustión y, dentro de unos años, comprar un vehículo eléctrico será más barato que uno de gasolina o diésel".
"Necesitamos formar y actualizar nuestra mano de obra para tener profesiones sostenibles en la industria automovilística del futuro, que no empleará a menos gente, sino a trabajadores con otras cualificaciones. Insisto en ello porque la revolución industrial, nos guste o no, está en marcha. Podemos elegir liderarlo de una forma socialmente compatible con nuestros valores o podemos dejar que otras partes del mundo lo lideren, pero entonces lo único que podremos hacer es seguirles y "desindustrializarnos".
Fuente: Europarlamento