Seguro que recuerdas la decisión de Citroën, Peugeot y Opel de comercializar sus furgonetas pequeñas (Berlingo, Rifter y Combo) solo en versiones eléctricas. Sin duda, esa fue una decisión controvertida, pues dejaba vía libre a otros competidores, como Toyota con la Proace City Verso o Renault con la Kangoo. 

Pues bien, esa decisión solo afectó a las versiones M1 destinadas al transporte de personas (hasta ocho como máximo) y con categoría de turismo. Pero eso no ha impedido que la popular Berlingo se siga comercializando con un motor de gasolina PureTech y otro turbodiésel BlueHDi, tal y como hemos comprobado en el configurador oficial de la marca, para vehículos comerciales, con modelos categorizados como N1 (vehículo comercial ligero).

Es un caso similar al del Suzuki Jimny Pro, que obliga a pasar con más asiduidad la ITV, a circular a un máximo de 90 km/h y a llevar una mampara de separación entre la zona de los asientos y la de la carga.  

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Gasolina de 110 CV o diésel de 100

Posiblemente, a partir de ahora, las ventas de la 'furgo' francesa volverán a crecer. En concreto, el propulsor de gasolina es un bloque tricilíndrico y turboalimentado, con 1,2 litros y 110 CV. Esta versión está a la venta por debajo de los 20.000 euros (19.970), aunque sin incluir el IVA. 

Por su parte, la Berlingo BlueHDi, con un solvente propulsor de 1,5 litros y 100 CV, puede ser tuya desde 20.739 euros, IVA aparte. Curiosamente, tan solo hay 769 euros de diferencia entre ambas variantes con el mismo acabado (Live Pack). 

Por la Berlingo eléctrica más barata hay que desembolsar 30.036 euros, más el IVA, con lo que el salto de precio es muy grande, sin duda. A cambio, dispones de la etiqueta 0 de la DGT, si bien la autonomía homologada es de apenas 285 km. 

Un excelente vehículo familiar

La Berlingo supone una perfecta alternativa a los casi extinguidos monovolúmenes, pues en apenas 4,4 metros de longitud ofrece tres plazas traseras individuales y un amplísimo maletero de 775 litros. 

Además, ofrece un tacto de conducción confortable y estable, fruto de la plataforma EMP2, la misma que utilizan otros turismos de la casa, como el Citroën C5 Aircross. Y sin olvidarnos de que las dos puertas laterales correderas facilitan sobremanera la entrada y salida del habitáculo. 

A todo esto se suma que el interior presenta un diseño moderno y acertado, con una pantalla central en posición flotante, para no desviar mucho la mirada de la carretera, y mandos convencionales para el aire acondicionado/climatizador (en función del acabado). Gran acierto el de Citroën con el regreso de la Berlingo de combustión.