Las páginas más importantes de la historia del automóvil están escritas tanto por las grandes marcas como por las empresas más pequeñas, que permanecieron en el negocio durante períodos a menudo cortos... pero lo suficientemente largos como para dejar su huella.

Entre ellos, se encuentra Osca, cuyo nombre vuelve periódicamente a los titulares gracias a los empresarios nostálgicos que de vez en cuando se proponen revivirla, aunque por ahora la historia de este talentoso taller, asociado inevitablemente a Maserati, queda confinada al periodo entre 1947 y 1967, en el que vivió su breve momento de gloria.

Galería: Historia de la marca deportiva O.S.C.A.

Ganas de correr

La epopeya de Osca comenzó donde terminó la primera época de la marca Maserati más célebre, en 1937, cuando los hermanos Ernesto, Ettore y Bindo Maserati vendieron la empresa familiar, ya establecida como fabricante de coches de carreras, a Omar y Adolfo Orsi, empresarios metalúrgicos deseosos de entrar en el mundo del automovilismo. 

El acuerdo estipulaba que los hermanos Maserati acompañarían a los nuevos propietarios, proporcionándoles asistencia y asesoramiento, durante 10 años, tiempo en el que los tres barajaron repetidamente la idea, archivada por la guerra, de volver a empezar con un nuevo taller.

El intento fructificó una vez expirados los términos del acuerdo, en 1947: libres de cualquier otra restricción, los Maserati fundaron Officine Specializzate Costruzione Automobili en San Lazzaro di Savena, cuyas iniciales pronto se transcribieron sin los puntos en el nombre Osca.

Técnica OSCA MT4 2AD 1500 Morelli Spider 1953

Osca MT4 2AD 1500 Morelli Spider 1953, radiografía

Ganar inmediatamente

La primera obra de la nueva empresa fue la 'barchetta' de carreras MT4, diseñada para competir en la categoría de hasta 1,1 litros, que contaba con un motor de 1.092 cm3 y algo más de 70 CV y que empezó a dar fama a la marca casi de inmediato.

Entre 1948 y 1959, el coche consiguió éxitos en carreras como el Gran Premio de Nápoles, Ferrara, Tigullio, Módena y Sinigallia, además de numerosos buenos resultados con pilotos de talento como Gigi Villoresi y Ada Pace; más adelante, también ganó protagonismo internacional en varias carreras del circuito SSCA.

Fiat-OSCA 1500 Coupé Viotti 1957

Fiat-Osca 1500 Coupé Viotti 1957

Mientras tanto, a aquella pequeña y exitosa barchetta se le sumaron variantes y evoluciones con mayores cilindradas, de 1,4 a 1,6 litros y hasta 140 CV, que llamaron la atención de los clientes más deportivos y de los mejores carroceros, como Frua, Michelotti, Vignale y Zagato, que probaron suerte con el chasis del Osca, como también ocurrió con fabricantes del calibre de Ferrari.

Volviendo a la competición, el modelo superior era el MT4 con su motor de 2,0 litros y su doble árbol de levas en cabeza, que también contaba con algunos refinamientos tecnológicos como el sistema de distribución desmodrómica de válvulas con apertura y cierre pilotado. Con este coche, Osca coronó su ya importante palmarés añadiendo la victoria en las 12 Horas de Sebring de 1954, con el inolvidable Sir Stirling Moss.

OSCA Formula Junior 1958

Osca Formula Junior 1958

F1, cierre y renacimientos

Entre 1951 y 1959, Osca también participó en algunas carreras del Campeonato de Fórmula 1, en tres ocasiones como equipo y en dos más como fabricante, pero con pocos puestos de renombre y muchos abandonos. Sin embargo, en 1960 y 1961 suministró motores al equipo De Tomaso.

A mediados de la década de 1960, los hermanos Maserati decidieron retirarse del negocio e iniciaron la venta de la participación mayoritaria en Osca a los condes Agusta, ya conocidos como fabricantes de motos y helicópteros, que cerraron la sede de Bolonia a finales de 1966 con la intención de trasladar el negocio a Milán, pero acabaron por dejarlo definitivamente. 

En 1999, se hizo un primer intento de revivir la histórica marca con un prototipo bautizado como Osca 2500 GT Dromos, realizado en colaboración entre Luca Zagato y un empresario japonés, pero quedó paralizado en ese único ejemplar.

La marca O.S.C.A. pasa a manos de Massimo Di Risio

Sin embargo, recientemente, Massimo De Risio, con sede en Molise y propietario de las marcas Dr y Evo, anunció que había adquirido los derechos del nombre Osca, de manos de la nieta de uno de los fundadores de Maserati, y que tenía toda la intención de volver a poner en marcha la marca.