La relación entre el Chevrolet Corvette y los primeros astronautas de la NASA es de sobra conocida. La normativa gubernamental impedía al fabricante de automóviles establecer una venta directa, pero por la módica suma de 1 dólar, los astronautas podían alquilar un Corvette durante un año.

Era una forma de que Chevrolet llamara la atención, y seamos sinceros, para la gente que viaja, literalmente, sobre cohetes, había infinidad de coches menos emocionantes que un Corvette de gran cilindrada.

Apollo 15 Al Worden 1971 Chevrolet Corvette

El Corvette C3 que estás viendo es particularmente especial. Fue alquilado al astronauta Alfred Worden por la mencionada suma de 1 dólar, pero ahí no queda la cosa. Fue pintado a medida para Worden, al igual que otros dos Corvettes de 1971 conducidos por los miembros de su tripulación del Apolo 15, el comandante David Scott y el piloto del módulo lunar James Irwin.

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Por si eso no fuera suficiente, además, es uno de los solo seis Corvettes "Apolo" que recibieron ese tratamiento personalizado. Y lo mejor de todo es que el vehículo está en proceso de restauración.

El Corvette de Worden estuvo aparcado en un campo durante años, según el Museo Nacional del Corvette. Fue encontrado en un lote de coches usados en 2017, todavía en su estado original luciendo sus colores personalizados, pero la climatología no había sido amable con él.

El comprador decidió dejarlo intacto y, de hecho, estaba expuesto en el museo Corvette junto con otro Corvette personalizado del Apolo 12. Ahora, Luna Replicas se ha asociado con el nieto de Alfred Worden para comprar el Corvette y devolverle su antiguo esplendor.

 

Hay otra parte de la historia del automóvil relacionada con esta noticia que la hace muy especial. El Apolo 15 fue el quinto viaje de la NASA a la Luna, pero fue la primera de las misiones "J" más ambiciosas diseñadas para una exploración lunar más amplia y la investigación científica.

Como tal, fue la primera misión en la que se utilizó el Lunar Roving Vehicle, el primer vehículo tripulado que operó en la Luna. Y el piloto del módulo de mando Al Worden fue el responsable de llevarlo hasta allí.

De vuelta a la Tierra, se dice que este antiguo Corvette de 1971 es uno de los tres coches Apollo personalizados que aún existen. Lamentablemente, Worden falleció en 2020, por lo que no verá la restauración del C3 completa. Pero es impresionante saber que el icónico Corvette perdurará como una cápsula del tiempo para uno de los momentos más significativos de la historia de la humanidad.