Ayrton Senna tiene fanáticos en todo el mundo y uno de ellos es Gianluca Giacobbe, un italiano de 46 años que ha decorado un smart fortwo cabrio de 2013 para asemejarse a los monoplazas más icónicos con los que corrió el piloto brasileño en la Fórmula 1.

Giacobbe heredó la pasión por los coches de su padre, que es mecánico y lo llevaba de niño a ver los Grandes Premios de Italia y San Marino. Allí se hizo fanático de Senna y de McLaren, cuando lo más lógico hubiera sido que un chico de su edad y nacionalidad fuera fan de Ferrari, la marca más importante que ha representado a Italia en la F1.

Galería: smart fortwo Senna

En un principio, Giacobbe había pensado en modificar un Honda por la relación tan estrecha de la marca japonesa con McLaren a comienzos de los 80 y principios de los 90, pero consideró elegir un coche que no estuviera relacionado con el mundo del automovilismo. 

Ahí apareció el fortwo cabrio, que nuestro protagonista ha pintado con los míticos colores blanco y rojo de McLaren. El interior ha experimentado grandes cambios, con relojes personalizados, un volante con la S de Senna en el centro y baquets de competición.

 

El motor también ha mejorado considerablemente al añadirle un intercooler de un Range Rover con motor diésel de 2,4 litros y recalibrar la centralita electrónica. Si se suma un nuevo sistema de escape, el resultado es una potencia de 180 CV y una velocidad máxima superior a los 200 km/h.

Giacobbe también ha trabajado en la suspensión, recalibrando los amortiguadores, y además ha modificado el sistema de frenado, que ahora cuenta con pinzas de freno de Abarth.

Cuando este 'smart Senna' comenzó a verse por las calles, llamó mucho la atención e incluso Giacobbe recibió pedidos de compra. "Cuando supe que cada año se juntaban muchas personas de Italia y de todo el mundo en Imola para rendir tributo a Senna, decidí traer el smart. El coche causó tan buena impresión, que rápidamente empecé a tener llamadas y consultas respecto a su precio".

¿A ti qué te parece esta preparación? La verdad es que es de muy buen gusto, por lo que no nos extraña que Giacobbe la luzca con orgullo cada vez que la conduce. ¡Un gran homenaje a Senna!