El acabado especial Black Badge lleva presente en Rolls-Royce desde 2016. Se estrenó en el Wraith y continuó en el Dawn y en el todocamino Cullinan. Ahora también llega al nuevo Ghost y otorga, como en los anteriores modelos, más potencia y un tacto de conducción optimizado.

El Rolls-Royce Ghost Black Badge monta el mismo propulsor que el modelo 'convencional'. Se trata de un bloque V12 biturbo, de 6,75 litros, pero potenciado a 591 CV y 900 Nm, es decir, 20 CV y 50 Nm más. La transmisión es la automática con convertidor de par, de ocho velocidades, de origen ZF, con el programa Low (que equivale a un modo Sport), exclusivo para los modelos Black Badge. 

Galería: Rolls-Royce Ghost Black Badge

Nos pusimos brevemente al volante de este coche en Miami y comprobamos las mejoras en la potencia: el par motor a bajas revoluciones es más abundante, y ahora está disponible a solo 1.900 rpm. El propulsor también emite un sonido ligeramente más grave, gracias al escape específico.

Los ingenieros han modificado la suspensión para reducir el balanceo de la carrocería y han reducido la asistencia de la dirección. En el apartado estético, hay algunos componentes de estreno, como las llantas de aleación de 21 pulgadas y, por supuesto, el color negro de la carrocería, el más oscuro de toda la industria, según la marca británica. 

Rolls-Royce Ghost Black Badge
Rolls-Royce Ghost Black Badge

Además del negro puro, los compradores pueden personalizar el exterior de su Ghost Black Badge con hasta 44.000 pinturas diferentes, contando las bicolor, por supuesto. Y como en todos los modelos Black Badge, Rolls-Royce ha oscurecido todas las insignias exteriores, desde el Espíritu del Éxtasis en el capó hasta la inscripción RR en la parte trasera.

El revestimiento Shooting Star del techo sigue siendo la estrella (nunca mejor dicho) del interior, pero en el acabado Black Badge se cambia el motivo iluminado 'Ghost' del salpicadero, enfrente del pasajero, por el logotipo del infinito, que también aparece en las placas del umbral y en otros lugares del habitáculo.

Al igual que en cualquier Ghost, la combinación de colores de los asientos es totalmente personalizable de cientos de maneras diferentes, incluyendo un acabado de color verde azulado brillante, que se encuentra en este coche de manera exclusiva.

¿El precio? En Estados Unidos, la opción Black Badge supone un coste adicional de 43.000 dólares (casi 37.000 euros) sobre el Ghost estándar, que comienza en 332.500 dólares (algo más de 285.000 euros). Los compradores interesados en llevarse a casa un flamante Ghost Black Badge ya pueden empezar a encargar sus coches.