La Fórmula 1es la categoría reina del automovilismo. Una veintena de pilotos se juegan la vida cada fin de semana de competición, intentando ser el mejor y hacerse al final de cada temporada con el título mundial.
Para lograrlo hay que saber controlar una bestia con una de las mejores aceleraciones del planeta. Eso, sin contar la carga aerodinámica que genera en las curvas, lo que hace que se peguen al suelo cual chicle a un zapato.
Sin embargo, hay algunos vehículos que pueden hacerle frente. Obviamente, no en el tiempo por vuelta a un trazado, pero sí en una carrera de aceleración en línea recta. Para intentar batir al monoplaza, la gente de carwow puso en la misma parrilla de salida a un RedBull RB7 de 2011, un Lamborghini Huracán y un Nissan GT-R.
Galería: Carrera entre un F1, un Lamborghini Huracán y un Nissan GTR
El coche del campeonato mundial es el ganador del título de pilotos y constructores del año 2011. En aquella temporada, Sebastian Vettel y Mark Webber dominaron, con 12 victorias en 19 pruebas, además de batir el récord de pole positions en un año (18 de 19 posibles) y de puntos (650 puntos) en la época.
Pilotado en esta curiosa carrera por el expiloto David Coulthard (ganador de 13 Grandes Premios y subcampeón en 2001), el RB7 posee un motor V8 de 2,4 litros, que entrega 760 CV de potencia, y solo pesa 650 kilogramos (1,16 CV/kg de relación peso/potencia).

Por otro lado, está la máquina italiana. El Lamborghini Huracán cuenta con un motor V10 de 5,2 litros, capaz de proporcionar más de 1.200 CV de potencia, aunque esto tiene truco. Esta unidad prescinde de la parte trasera para instalar dos turbos que incrementaron el poder del toro de Sant’Agata Bolognese. Su peso puede ser el gran condicionante, pues marca 1.553 kilos en la báscula, pero mayor es su precio, cerca de 175.000 euros.

El último de los candidatos en esta prueba es el Nissan GT-R. El coche japonés produce 1.300 CV de potencia y 1.290 Nm de par máximo, gracias a un motor modificado de 4,1 litros. Es el vehículo más poderoso de los tres, pero también el más pesado, con un total de 1.840 kilogramos.

Una vez hechas las presentaciones, comprobemos cuál de estas tres bestias vence en una carrera de aceleración en línea recta. Con un sonido atronador, los tres salieron como balas, y tras unos cientos de metros, el Lamborghini Huracán sacó una ventaja imposible de recuperar.

El superdeportivo italiano se hizo con la victoria con gran comodidad, algo que pocos se esperaban con el Fórmula 1 a su lado. La lucha por la segunda plaza estaba más reñida, pero el RB7 tiró de orgullo y batió al Nissan, aunque por muy poco.

En los tres intentos, los resultados fueron idénticos. El Lamborghini salió vencedor de las tres carreras, siendo capaz de hacer el cuarto de milla (402 metros) en solo 8,9 segundos, mientras que el Red Bull tuvo que conformarse con cubrir la distancia en 9,2 segundos, y el Nissan lo hizo una décima más lento.