Uno de los mejores periodistas del mundo del automóvil en Brasil, Daniel Messeder, murió ayer, miércoles 14 de abril, víctima de la COVID-19. Hospitalizado desde el día 8 de marzo en Sao Paulo, no pudo superar las complicaciones derivadas de la enfermedad.

Nacido el 6 de enero de 1982, en Río de Janeiro, Daniel pasó la mayor parte de su vida en São Paulo. Se licenció en Periodismo por la Universidade Anhembi Morumbi y tuvo su primer trabajo en la revista 4x4 & Cia en 2000. También trabajó para las revistas Oficina Mecánica y Hot and Carro, y tuvo gran protagonismo en su etapa en la revista Autoesporte, donde su trabajo adquirió aún más proyección en la prensa automovilística nacional.

En 2012, Messeder asumió el cargo de redactor jefe de la página web Carplace e impactó a millones de lectores y entusiastas de la automoción con su escritura rica y extremadamente detallada. Con la adquisición de Carplace por parte de Motorsport Network y su conversión en Motor1.com en 2016, Daniel se convirtió en director editorial de la edición brasileña. Con la nueva estructura, su pasión por los coches ha trascendido las fronteras nacionales y ha llegado a millones de lectores, oyentes y espectadores de todo el mundo.

Daniel Messeder, o simplemente Dani, ha vivido intensamente su pasión por el periodismo automovilístico. Condujo coches por todo el mundo. Su profesionalidad, atención y cuidado con los coches y motos era exactamente igual para todos, independientemente de que fuera un superdeportivo o un coche popular sin aire acondicionado. Tenía ideas brillantes para las historias exclusivas y mucha habilidad para conquistar fuentes para conseguir información exclusiva.

Esta pasión le ha valido la amistad de cientos de personas del sector, desde los recién llegados hasta los grandes del pasado, desde ingenieros hasta directores generales. Si empezaba a hablar con alguien que era nuevo en el periodismo, se apresuraba a ofrecerle consejos sobre cómo evaluar un coche o cómo reunir nueva información. Y nunca ocultó su admiración por los que hacían un buen trabajo.

Por encima de todo, era un apasionado de su familia. Deja atrás a su esposa Raquel; a su hijo Enzo, de 3 años (llamado así por Enzo Ferrari); a sus padres Eduardo y Valeria; y a su hermana Andrea.

Desde España, nos unimos al dolor que sienten nuestros compañeros brasileños y queremos mandar nuestras condolencias y nuestro más sentido pésame, tanto a la redacción como a su familia.