Puede que en alguna ocasión hayas oído hablar de Benjamin Sloss, vicepresidente de Ingeniería de Google, conocido en el mundo del automóvil por el amor que él y su mujer Christine tienen por los vehículos de altas prestaciones y de circuito. De hecho, en 2015 Sloss le hizo un regalo de cumpleaños muy especial a su pareja: un salvaje Ferrari FXX K.
Ahora, el directivo de Google ha hecho un encargo especial a Rolls-Royce, en forma de Cullinan Black Badge fabricado a medida. Y no se trata del primer modelo de Goodwood en el garaje de Sloss, ya que Christine conduce habitualmente un Rolls-Royce Dawn.
Galería: Rolls-Royce Cullinan Black Badge, a medida para Ben Sloss
En este caso, lo que tiene de especial el SUV británico es que está personalizado para lucir una decoración que rinde homenaje a los coches de carreras que utilizan Ben y Christine, aficionados al mundo de la competición en general y de las carreras de resistencia en particular.
Esta decoración está enfocada en un color azul oscuro para la carrocería, con llamativos detalles en contraste, en tono amarillo, como las enormes pinzas de freno, la parte central de las llantas, la sutil franja que recorre la línea de cintura del SUV inglés o diversos elementos del habitáculo.



Hablamos concretamente de las costuras amarillas para la tapicería de los asientos, de color azul marino, o algunas molduras adicionales en el mismo y chillón tono, tanto en el salpicadero como en las puertas. Por supuesto, no falta el conocido techo al estilo 'cielo estrellado' de Rolls-Royce.
También se ha fabricado a medida un reloj para el habitáculo, que como es lógico, luce el mismo patrón de diseño, en tonos azul y amarillo. Por su parte, los bordados de la tapicería incluyen el logotipo de competición de Christine, que es un tacón de aguja o 'stiletto'.

Todo el trabajo de personalización lo ha llevado a cabo el propio departamento Bespoke de la compañía de Goodwood, tomando como base un Cullinan en edición Black Badge, que ya de por sí es bastante especial e incluye mucho cromo y mucha fibra de carbono.
Bajo el capó de este gigantesco SUV encontramos el poderoso motor 6,75 litros V12 de la casa, con 600 CV de potencia y 900 Nm de par motor máximo. Lo que no se ha mencionado es el precio de este ejemplar, pero teniendo en cuenta que el Cullinan Black Badge convencional supera con creces los 300.000 euros...
Fuente: Rolls-Royce