Ya sabes que el Audi TT tendrá difícil ver una nueva generación dentro de unos años, por lo que nos hemos puesto melancólicos y hemos decidido recordar su primera generación y, más concretamente, un prototipo que pocos recordarán.

Se trata del Audi TT Open Sky, un concept que debutó en el salón de Frankfurt de 2001, pocos días después de los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre. En esencia, hablamos de la variante targa del deportivo alemán.

Basado en el 'Tourist Trophy' original, lo desarrolló Magna Steyr con la aprobación de Audi y combinaba lo mejor de los modelos coupé (la silueta y la protección) y roadster (la posibilidad de viajar descapotado).

Este modelo contaba con un techo duro formado por dos piezas desmotables de forma manual, que se guardaban en el compartimento de carga. Estos dos módulos estaban realizados con un compuesto de fibra de vidrio. 

El comunicado de prensa original habla de un "sofisticado dispositivo" en el maletero para mover dicho techo. Al pulsar un botón ubicado en el interior del vehículo, se activaba un dispositivo que hacía saltar las dos mitades, mientras que al pulsarlo una vez más, se bajaban al hueco del piso de carga.

¿Por qué Magna Steyr (y no Audi) se encargó del desarrollo del TT Open Sky? Porque la primera generación del deportivo germano la diseñó esta empresa de fabricación de automóviles con sede en Graz, Austria.

En otras palabras, Magna Steyr conocía los entresijos del modelo de dos puertas al haber desarrollado el coupé y el roadster desde cero, así que no había una mejor elección para crear la opción targa.

Lamentablemente, nunca llegó al mercado a pesar de que podía considerarse una opción bastante cabal. ¿Quizá demasiada inversión para un coche de nicho? No lo sabemos, pero por ahí podrían ir los tiros...