Los clientes de Bugatti suelen ser exigentes, pero hay uno con sentido del humor y mucho dinero para invertir en sus caprichos. Esta persona, de origen estadounidense, encargó un Divo con un patrón estético único, que evocase las manchas de una mariquita. Dicho y hecho: aquí tenéis el Bugatti Divo Lady Bug.

Más en concreto, el multimillonario solicitó un esquema cromático de tipo geométrico, con un efecto de desvanecimiento algorítmico. Así, tal cual... 

Al principio, Bugatti no creía que fuera posible cumplir esta petición. La compañía necesitó un año y medio solo para encontrar una forma de plasmar esta secuencia en las complejas curvas de la carrocería sin distorsionar los diamantes.

Galería: Bugatti Divo Lady Bug

Pero, como se suele decir, todo es posible y el 'one-off' se ha hecho realidad con 1.600 diamantes cubriendo la carrocería. El color principal es el Customer Special Red y el Graphite es la pintura de contraste para los contornos. 

Como decíamos, Bugatti creó un proceso a la hora de decorar el coche y lo probó varias veces antes de hacerlo en el coche del cliente. "Cada maniobra tenía que ser exactamente correcta en esta minuciosa tarea, por lo que decidimos hacer ensayos previos antes de la fase final del trabajo", explicó Dirk Hinze, experto en personalización y superficies de Bugatti.

Bugatti solo ha fabricado 40 unidades del Divo, a un precio de 5 millones de euros, por lo que ya es un coche realmente especial, pero este Lady Bug se lleva la palma.

Lógicamente, la compañía francesa mantiene el secreto de cuánto ha tenido que pagar este cliente por un esquema de pintura tan complicado. La verdad es que no nos lo queremos ni imaginar...

Al igual que el resto de la producción del Divo, la potencia proviene de un motor W16 de 8,0 litros y cuatro turbos que rinde 1.500 CV. Respecto al Chiron del que deriva, este hiperdeportivo es más eficaz en curvas y en los circuitos de velocidad, gracias un chasis más rígido, una aerodinámica activa optimizada y una reducción de peso cifrada en 35 kilos.