En muchas partes del mundo aparecen habitualmente coches olvidados o abandonados, que han pasado mucho tiempo lejos de miradas curiosas, en garajes, graneros o cobertizos. De hecho, los llamados 'barn finds' suelen ser un tema recurrente, y es que algunos de ellos son realmente interesantes, y sus historias no lo son menos.
Hoy queremos hablaros de uno de estos descubrimientos recientes, en este caso en Estados Unidos, cuyo protagonista es un precioso deportivo inglés de principios de los años 60, que esperamos que próximamente sea restaurado y devuelto a su estado original.
El regalo del jefe
Tenemos que remontarnos a finales de los 60 y principios de los 70, cuando un especialista en pintura y carrocería de automóviles, Connie Moore, que acababa de volver de la Guerra de Vietnam, recibió un regalo muy especial por parte de su jefe, tras hacerle un favor con uno de sus coches.
Su jefe, Arthur, era coleccionista de modelos clásicos, sobre todo americanos, y Moore le ayudó a arreglar el techo de uno de ellos, un Ford de 1936, y como agradecimiento por su labor, decidió regalarle un deportivo británico del que Moore no había oído hablar nunca. Esperaba un Jaguar o un MG, pero el obsequio fue un Aston Martin DB4.



El coche, con volante a la derecha, estaba en un estado relativamente bueno, pero Moore lo guardó ya que antes de poder usarlo debía reparar el embrague. El coche pasó un tiempo en sus manos pero, tras divorciarse de su mujer, tuvo que pedir a un amigo que se lo guardara en su jardín, donde pasó otros diez años, antes de ir a parar al jardín de otro amigo, otros tres años más.
Finalmente, hace 31 años, Moore se llevó el coche a un granero de su propiedad, donde lo guardó hasta el día de hoy, y nunca jamás lo condujo, ya que aunque el coche arrancaba, el embrague estaba roto, por lo que nunca se dio ni siquiera un paseo en él.

Restauración
El coche ha sido propiedad de Moore durante alrededor de 46 años, y su segunda mujer, tristemente fallecida hace unos meses, era una amante de los automóviles y tuvo la intención de restaurarlo, pero estos planes nunca se hicieron realidad, y el vehículo sigue en el mismo estado original.
Ahora, Moore ha vendido finalmente el coche a Gullwing Motor Cars, por un precio que no ha detallado, pero sabemos que está ya en venta por nada menos que 269.000 euros, y es muy probable que sea restaurado. Desde luego, nuestro protagonista nunca pensó que el tesoro de su granero valdría tanto dinero algún día.