Cuando te informamos sobre el Audi Q5 2020, el restyling del SUV alemán, te comentamos que empleaba pilotos con tecnología OLED. En este artículo, vamos a analizar con más detenimiento este componente que, aunque no supone una novedad absoluta, es cierto que no lo ofrece ningún rival directo.
Esta solución promete más eficiencia y seguridad, además de una interesante personalización. Sin duda, se trata de un paso adelante en comparación con los diodos luminosos convencionales que, en el caso de Audi, se estrenó con el TT RS en 2016 y, posteriormente, apareció en el A8.
Entre otras ventajas, cada elemento OLED solo tiene un milímetro de espesor, en comparación con los 20 o 30 milímetros de un LED. Además, las necesidades de energía son mucho menores, lo que redunda en la eficiencia de la iluminación.
A todo esto, hay que sumar que el sistema OLED emite su propia luz sin ayuda de reflectores, fibras ópticas u otros componentes. Dicha luz es muy homogénea, totalmente personalizable y tiene un contraste muy alto.
Igualmente, la iluminación proyectada se puede personalizar a través de segmentos controlables individualmente, lo que da la posibilidad de conectar los coches con el sistema Car to X y emitir información.
Audi pone un ejemplo al respecto: en el caso de que otro usuario de la carretera se acerque a unos dos metros de la parte trasera del Q5 parado, todos los segmentos OLED se iluminan. Así, el conductor percibe esa situación de peligro. Cuando el coche reanude la marcha, el piloto vuelve a su diseño original.

Más adelante, en los próximos años, los pilotos OLED mostrarán símbolos de peligro para alertar de diferentes anomalías a otros vehículos.
Desde el punto de vista estético, en el modo dynamic del control dinámico de la conducción Audi drive select, las luces cambian de diseño. Además, el dueño del vehículo puede personalizar los efectos de animación para la función Coming/Leaving Home.