A lo largo de su historia cinematográfica, el Batmóvil ha cambiado de forma, de motores, de tecnología e, incluso, de color, aunque en menor medida. Pero el coche de Batman sigue siendo un verdadero icono del mundo de los automóviles que aparecen en los cómics y el cine, de eso no hay dudas.
Además del Ecto-1 (el coche de los Cazafantasmas), Herbie y el DeLorean de Regreso al Futuro, el Batmóvil es quizás el coche más famoso del espectro cinematográfico. Un mito que ahora podemos conocer, un poco mejor, gracias a un documental creado por Warner Bros (la productora de la saga de películas de Batman), que se puede ver en su canal de YouTube.
En la actualidad, estamos acostumbrados a pensar en el coche de Batman como si fuera una nave espacial sobre ruedas, con todo el armamento y artilugios que podamos imaginar. Sin embargo, su primera aparición en la gran pantalla estuvo protagonizada por un simple Cadillac descapotable, el coche personal de Bruce Wayne (el hombre detrás de la máscara de Batman). Carecía de armas, botones mágicos o funciones extrañas, como puedes suponer.
Todo cambia en los años 50. El Batmóvil original fue destruido en un accidente (en el cómic) y se reemplazó por un modelo completamente nuevo, con la carrocería negra y muchos gadgets tecnológicos para salir airoso de cada situación, además del inmenso alerón en la parte trasera.
Todo cambia en el Batmóvil de la película protagonizada por Adam West (el actor que interpretó a Bruce Wayne/Batman en los años 60), al convertirse en un Lincoln Futura modificado, un concept car, de 1955, diseñado por Ford y fabricado por el carrocero italiano Ghia.
De esa forma, nació el primer Batmóvil 'moderno', creado por el especialista George Barris en un tiempo récord de 15 días, con un presupuesto de 15.000 dólares (el equivalente a unos 120.000 euros, en la actualidad). La carrocería negra con perfiles rojos, el habitáculo en forma de doble burbuja y miles de botones y armas de fuego disparando desde la zaga, forjaron un icono cinematográfico.

Pasan los años y llegamos a 1989, el año del desembarco del Batman de Tim Burton, con Michael Keaton como protagonista. A su lado, aparece un Batmóvil muy largo (6,62 metros) y totalmente negro, con dos alerones verticales en la parte trasera y una turbina como sistema de propulsión.
Quizás haya sido el coche de Batman por excelencia de toda la saga. Un estilo retomado, aunque no con tanto acierto, por las secuelas sucesivas, firmadas por Joel Schumacher, 'Batman Forever' y 'Batman & Robin'.

La última (por ahora) encarnación del Batmóvil la encontramos en la trilogía de Christopher Nolan, con Christian Bale como Batman. Aquí, el coche icónico de Batman se convierte, por citar a uno de sus creadores, en una fusión entre un Lamborghini y un Hummer. Aparecen seis ruedas y si es necesario una moto especial, como la que surge en 'El Caballero Oscuro', pues también tiene cabida en el argumento.

El automóvil de esta época, conocido como Tumbler, mantiene la turbina trasera como en las versiones anteriores, junto con una asombrosa capacidad para moverse rápido, aunque ahora adoptando un aspecto mucho menos aerodinámico.

Para concluir, ya disponemos de algunas pistas sobre la próxima evolución del Batmóvil, gracias a las primeras fotos publicadas por el equipo de la nueva película sobre Batman (protagonizada por Robert Pattinson). Según parece, el Batmóvil está basado, aparentemente, en un Dodge Challenger de 1970, con motor a la vista y los habituales artilugios tecnológicos.