Los 'trackdays' o eventos de conducción en circuito son cada día más habituales en todo el mundo, como la mejor forma para que los aficionados puedan disfrutar de sus coches en un entorno lo más seguro posible, lejos de la vía pública. Los más afortunados tienen en su garaje coches casi de competición, pero lo cierto es que algunos poseen auténticas máquinas de carreras.

La última compañía en ofrecer bestias de competición a particulares es el equipo Hendrick Motorsports, que cuenta con más de 250 victorias y 12 campeonatos en la NASCAR americana. Si alguna vez soñaste con tener un verdadero vehículo de NASCAR, estos modelos Track Attack son justo lo que necesitas, porque están a la venta para cualquiera con una cuenta bancaria lo suficientemente generosa.

Estos juguetes, aptos solo para circuito, son coches de carreras jubilados ya de la competición, que ahora se venden al público. Son modelos basados en un chasis tubular, con una suspensión ajustable y frenos con especificaciones de la NASCAR, un eje rígido trasero y llantas de acero de 15 pulgadas con anchos neumáticos slick.

La fuerza bruta de ambos coches la aporta un motor LSX 454 de Chevrolet Performance, es decir, un 7,4 litros V8 atmosférico, con una potencia de 636 CV y un par motor máximo de 795 Nm. No es una mecánica de NASCAR como tal, aunque si el cliente así lo quiere, Hendrick ofrece en opción un propulsor V8 R07 original de carreras, con 5,9 litros de cilindrada, más de 735 CV de potencia, con lubricación por cárter seco y con especificaciones 'Cup-Series'.

En todo caso, hay disponible una caja de cambios secuencial RaceTech, de cinco o seis velocidades (a elegir), o bien una transmisión de cuatro marchas Andrews A431 como las que llevan años utilizándose en NASCAR.

Tanto el Chevrolet SS como el Camaro ZL1 se venden listos para usar, y cabe apuntar que cuentan con luces de freno funcionales. Entre las opciones que ofrece Hendricks destaca una pantalla digital en el habitáculo a modo de cuadro de instrumentos.