Con ocasión del salón del automóvil de Bruselas, que se celebra desde hoy hasta el día 19 de enero, la firma alemana ha presentado una actualización del Opel Insignia GSi, después de haber mostrado hace unas semanas la puesta al día del resto de la gama, con el Insignia 2020. En este caso, el GSi ya no se ofrece en variante diésel (antes había un gasolina y un diésel).
La versión de corte deportivo de esta berlina, que también está disponible para la carrocería familiar Sports Tourer, estrena un motor de nueva generación, cambios a nivel de chasis, sistemas de asistencia a la conducción y faros adaptativos con tecnología LED matricial, por citar algunos ejemplos. Por supuesto, no faltan detalles estéticos específicos, como las entradas de aire verticales en el frontal o un paragolpes trasero más llamativo.
Esta versión GSi, tope de gama del buque insignia de la marca (nunca mejor dicho), esconde un motor 2.0 turbo de gasolina, con 230 CV de potencia, que va asociado a una caja de cambios automática con convertidor de par, con nueve velocidades y levas, y a un sistema de tracción total con diferencial trasero Twinster (un desarrollo de GKN que Opel ya utilizaba y que también incorpora, por ejemplo, el Ford Focus RS) y reparto selectivo de par.
El bloque de cuatro cilindros, además, es el primero de Opel en equipar un sistema de desactivación selectiva de cilindros y homologa un consumo medio de entre 8,3 y 8,5 litros cada 100 kilómetros.


Opel asegura que se ha mejorado el chasis Flexride, con amortiguadores adaptativos (hay cuatro modos: Estándar, Tour, Sport y Competition) y que la dirección estrena puesta a punto. El equipo de frenos Brembo, por su parte, cuenta con pinzas de cuatro pistones pintadas en color rojo. Ahora bien, se trata de un sistema 'by wire', es decir, electrónico, sin conexión física entre el pedal y las pinzas, e incorpora una tecnología electrohidráulica llamada 'eBoost', de frenada asistida, que contribuye a aumentar la potencia de frenado.
Gama de motores del Opel Insignia
El fabricante de Rüsselsheim ha aprovechado la presentación del GSi para detallar también la oferta de motorizaciones del resto de la gama del Opel Insignia, que hasta ahora no se conocía. Está formada por motores de tres y cuatro cilindros, todos de nueva generación.
Las opciones de acceso, tricilíndricas, son un bloque 1.4 de gasolina, con 145 CV y 236 Nm, y un turbodiésel de 1,5 litros, 122 CV y 300 Nm, ambos con una caja de cambios manual de seis relaciones. En cuanto al consumo medio (WLTP), anuncian 5,8 y 4,5 litros cada 100 kilómetros, respectivamente.
Galería: Opel Insignia 2020 (restyling)
Por encima de ambos, y antes del GSi, hay otra versión del motor de gasolina de 2,0 litros, con 200 CV y 350 Nm, en combinación con el cambio automático de nueve velocidades y cuyo consumo homologado es de 7,3 litros.