Anunciado el pasado mes de agosto, el Opel Corsa-e Rally es el futuro coche eléctrico de rallies de la marca alemana, y se basa precisamente en el Corsa-e de serie, la variante ceso emisiones del utilitario fabricado en Figueruelas. Es además el sustituto del Opel ADAM Cup como coche de competición más básico de la firma.

Esta versión de Opel Motorsport, que según el fabricante germano será el primer coche de rallies eléctrico de producción, actualmente está siendo sometido a todo tipo de test en el centro de pruebas de Dudenhofen, en Alemania, de cara a su debut el año que viene en la copa monomarca que lleva su nombre: la ADAC Opel e-Rally Cup.

El director de Opel Motorsport, Jörg Schrott, ha asegurado que los dos coches de pruebas con los que trabajan están haciendo muchos kilómetros, con el objetivo de recopilar el mayor número de datos en estas fases tempranas del proceso de pruebas. Una vez concluyan los test de puesta a punto, se fabricará un ejemplar más, que servirá como prototipo de cara a los coches para clientes que lleguen en verano de 2020.

La división de competición de Opel pretende construir 20 unidades de este pequeño eléctrico, que comparte esquema de propulsión con el modelo de serie, es decir, cuenta con un motor de 136 CV (100 kW) y 260 Nm, junto a una batería de iones de litio de 50 kWh. Los primeros 15 de esos ejemplares se entregarán este mismo verano, para su estreno en un evento especial de presentación.

En este Corsa-e Rally, eso sí, habrá que olvidarse de los 330 kilómetros de autonomía WLTP que homologa el modelo de calle, ya que, según Opel Motorsport, el coche de rally tiene tres modos: el llamado Competition, que garantiza máxima potencia y máximo par motor durante al menos 60 kilómetros, un modo Lluvia pensado para superficies deslizantes y un modo eco para ahorrar carga de la batería en los tramos de enlace.

Por último, Opel destaca que el bajo centro de gravedad del vehículo, facilitado por la posición de la batería en los bajos del coche, así como un buen reparto de pesos, permiten al Corsa-e tener unas cualidades dinámicas bastante buenas ya de base. Algo que, desde luego, es indispensable en un coche de carreras.