Cuando se unen un fabricante de vehículos, con la tradición de Lancia, y un diseñador, con el prestigio de Bertone, siempre suele dar como resultado un vehículo excelso.
En este caso, hablamos de un ejercicio de estilo, presentado en el salón de Ginebra de 1995, con el que la firma italiana quería mostrar su capacidad para fabricar un modelo de líneas deportivas, bajo la silueta de un cómodo y elegante coupé. El resultado fue este Lancia Kayak.
La base utilizada provenía del Lancia K, que estuvo a la venta durante la década de los 90 del siglo pasado (1994 y 2000). No se confirmó el motor que equipaba este prototipo, pero el Lancia K Coupé de la época, en el que estaba basado, empleaba motores de gasolina, como el bloque pentacilíndrico 2.4 20V, con 175 CV de potencia. Estaba asociado a una caja de cambios manual, de cinco velocidades. Eso sí, también había una versión con una mecánica 3.0 V6, de 201 CV de potencia.
Era el sustituto del Lancia Thema, estandarte del fabricante italiano durante años y reconocido por todos los aficionados al mundo del motor por la versión deportiva 8.32, equipada con un motor de origen Ferrari, concretamente un bloque V8 con 215 CV de potencia.

Ejemplo a seguir
Eran otros tiempos para Lancia y el principal encargo que le hizo a Bertone era demostrar las posibilidades para crear un modelo con el emblema de Lancia, inspirado en los modelos clásicos de la marca en la época de posguerra.
Vehículos como el atractivo Lancia Aurelia B20, que la firma italiana, junto con el trabajo del conocido carrocero de Turín, pretendía reinventar, en clave moderna, gracias al Kayak.

La carrocería, con unas proporciones casi de tres volúmenes, proponía la silueta inconfundible de un coupé de dos puertas. En el frontal, la delgada parrilla ocupaba casi todo el ancho del vehículo y se fundía con las ópticas principales. Detrás sucedía algo parecido, con unos pilotos estilizados, que recorrían la trasera y parte del lateral de la carrocería.
El dinamismo del Lancia Kayak resulta innegable y ese diseño de la firma lumínica podemos apreciarlo en vehículos actuales, como el Mercedes-AMG GT Coupé 4 puertas, por ejemplo.

La expectación que levantó el Lancia Kayak fue tan elevada, que el propio Gianni Agnelli, patrón de Fiat en aquella época, se interesó personalmente por el vehículo. Un año más tarde, en 1996, la marca volvió a retomar un intento por fabricar una versión de producción en serie, pero lamentablemente, el proyecto acabó guardado en un cajón.
En 1997, Lancia empezó a comercializar un Kappa Coupé, su primer coupé de producción desde 1984, pero lamentablemente, no se parecía demasiado al Kayak. Una verdadera lástima, porque la elegancia y el atractivo del Lancia Kayak resultan innegables... y atemporales.