Seguro que ya sabes que disfrutamos mucho hablando de furgonetas camperizadas, pero en esta ocasión, nos ha llamado poderosamente la atención un modelo bastante diferente. Se trata del Mercedes Clase V preparado por BRABUS, un comercial de máximo lujo, digno de transportar a cualquier millonario. 

No puedes negar que su atuendo deportivo le sienta como anillo al dedo al vehículo alemán, pero mejor aún es la preparación Premium del habitáculo, configurado para ejercer de oficina rodante de cualquier directivo de una multinacional.  

Si empezamos por la carrocería, queda personalizada por los paragolpes específicos, el splitter delantero, el difusor trasero, el spoiler, las cuatro salidas de escape, las taloneras laterales y unas llantas de aleación de 19 pulgadas, por nombre BRABUS Monoblock. 

En cuanto al interior, nos podríamos pasar horas detallando todos los componentes específicos aplicados. Un resumen escueto pero interesante supondría nombrar los asientos de cuero con ribetes de Nappa, los posavasos con calefacción y refrigeración o las cortinillas con regulación eléctrica.

La cosa no queda ahí, porque los ocupantes también se benefician de varios puertos USB, un router de alta velocidad, una televisión de 21,5 pulgadas y hasta de una videoconsola PlayStation 4 Slim, para los ratos de ocio.  

Espera, que continuamos con diferentes elementos personalizados, como los pedales, los umbrales de las puertas y las alfombrillas. 

Mercedes Clase V, preparación de BRABUS

Este trabajo del especialista germano se ha llevado a cabo sobre la versión 250d, dotada de un motor turbodiésel, con cuatro cilindros en línea, 2.143 cm3 y 204 CV. Por supuesto, se ha potenciado este propulsor hasta los 235 CV, para lograr una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h. 

Llega la hora de hablar del precio. En total, el Mercedes Clase V de BRABUS cuesta cerca de los 300.000 euros. Sí, hablamos de 50 millones de las antiguas pesetas. Desde luego, con ese dinero te podrías comprar un magnífico superdeportivo, pero no viajarías con la comodidad de un jeque de Oriente Medio.