Actualmente, Nissan es uno de los líderes en el mercado de coches eléctricos gracias al LEAF, un compacto muy apreciado por muchos clientes. Es más, la marca japonesa está invirtiendo mucho dinero en tecnologías ecológicas, como lo demuestra su presencia en la Fórmula E con el equipo e.dams.
Pero antes de convertirse en una de las firmas más exitosas en este ámbito, hace 30 años ya era pionera de los modelos 'verdes'. En 1991, en un momento en que todos los fabricantes se centraban exclusivamente en el petróleo y la única duda era si, en el futuro, se emplearían más los motores de gasolina o los turbodiésel, Nissan decidió lanzar un modelo eléctrico con una tecnología de carga revolucionaria.
Hablamos del FEV (Vehículo Eléctrico del Futuro), presentado en el salón de Tokio de ese mismo año. Fue uno de los últimos concept cars eléctricos de la marca, antes de que Nissan volviera a interesarse por el tema de la movilidad sostenible en la primera década del siglo XXI.
Con un diseño semejante al de una gota de agua, este prototipo presentaba unas líneas muy poco convencionales. Pocos pueden negar que el EV1 de General Motors, conocido como el primer eléctrico de la era moderna, lanzado en 1996, se basó estéticamente en el modelo japonés.
La forma de la carrocería, con un frontal curvo, una zaga totalmente recta y las ruedas traseras parcialmente cubiertas, buscaba el mejor coeficiente aerodinámico posible. Además del EV1, el Honda Insight también se inspiró en este diseño tan particular.
En el apartado técnico, el Nissan FEV tenía como objetivo recargar rápidamente la batería y cubrir distancias cortas, aunque fue capaz de homologar 160 kilómetros de autonomía, a una velocidad media de 72 km/h.

Para asombro de todos, la firma japonesa anunció que la batería podía cargarse al 40% en tan solo seis minutos. Es más, estaba lista en un cuarto de hora. Simplemente, increíble...
El motor iba ubicado en la parte delantera y trabajaba junto a un cambio automático. Además, el coche incluía componentes avanzados, como un parabrisas específico, que proporcionaba un mejor aislamiento del exterior.

El Nissan FEV tuvo su continuación en 1995, con una versión más avanzada, dotada de una batería de iones de litio. A diferencia de Toyota, Nissan no dejó de trabajar en vehículos eléctricos durante varios años. No obstante, se vio claramente que estaba un paso por delante del resto, cuando la electrificación se convirtió en una opción de futuro en los primeros años de la década de los 2000.