Las furgonetas clásicas de Volkswagen son artículos codiciados y cotizados a partes iguales. De hecho, los más antiguos, como las T1 de 23 ventanas, están empezando a alcanzar precios desorbitados; en algunos casos, de seis cifras. 

Sin duda, una de las mejores preparaciones que hemos visto en los últimos tiempos es esta Volkswagen Kombi del año 1978, totalmente personalizada. Una camper que nos ha llamado la atención por muchos aspectos, pero ninguno tanto como el precio: 16.500 dólares (que al cambio, son unos 14.700 euros). Visto lo visto, es una cifra más que razonable...

Sin embargo, si quieres hacerte con ella, tendrás que salvar un gran escollo: esta adorable furgoneta vintage se encuentra en Sudamérica; concretamente, en São Paulo, Brasil. Así que tendrás que afrontar una importante cantidad extra para el 'envío'.

Este hallazgo nos llega desde el perfil de Facebook de Louis-Maxence Leclère (tienes el enlace abajo), donde puedes encontrar todos los detalles.

El vendedor anuncia una extensa lista de reparaciones y actualizaciones, incluyendo importantes labores de restauración, llevadas a cabo entre 2017 y 2018. En esos trabajos se incluyen el sistema eléctrico, el motor de 1.600 cm3, los frenos, la suspensión, la pintura exterior...

Volkswagen Kombi camper clásica (1978)

En cuanto al aspecto de la vida a bordo, también se han realizado un montón de trabajos recientes. El post dice que la furgo está completamente aislada, cuenta con red eléctrica, cocina completa, fregadero, muebles a media y asientos nuevos. Y, aunque no tiene baño, sí que ofrece un depósito de agua de 40 litros.

En resumen, parece un vehículo increíblemente acogedor, perfecto para llevar a cabo las escapadas de fin de semana.

Volkswagen Kombi camper clásica (1978)

Que esté en Brasil no parece un problema grave, a la vista de todos los interesados que aparecen entre los comentarios. Y lo mejor, es que muchos ni siquiera son de Sudamérica. 

Respecto al post, data del día 31 de marzo, pero aún está activo, lo que nos hace pensar que todavía es posible hacerse con ella y empezar a vivir aventuras por todo el mundo. 

Fuente: Louis-Maxence Leclère, vía Facebook