No todo es oro lo que reluce en el tema de los coches eléctricos. Desde hace algún tiempo, diversos organismos vienen anunciando que este tipo de automóviles no son tan ecológicos como puede imaginarse, ya que su huella ecológica es más perjudicial y la generación de electricidad supone, en muchos casos, un proceso altamente contaminante. 

A este punto conflictivo, se le añade otro, aún más preocupante si cabe. En España, estos vehículos implicarán un descenso de puestos de trabajo, en comparación con los que generan los modelos de combustión. Según cita la Agencia Efe, UGT ha cifrado la pérdida de la mano de obra en un elevado porcentaje del 30%. 

Cabe recordar que, en la actualidad, la industria de la automoción española da empleo a dos millones de personas.

Los puestos más perjudicados serán los concernientes a la fabricación de motores y cajas de cambio, al igual que los relativos al área de ensamblaje, ya que los coches eléctricos emplean menos componentes.  

Igualmente, resulta público y notorio el hecho de que los motores eléctricos carecen de los mantenimientos periódicos que sí necesitan las mecánicas de combustión interna. Trabajos tan populares como el cambio del aceite y el filtro, o la sustitución de bujías, desaparecerán cuando se implanten de forma mayoritaria estos propulsores 'verdes'.

Es cierto que se crearán fabricas de baterías, pero, según diversos estudios, estas plantas solo necesitan una quinta parte de empleados, si las comparamos con las de motores.  

En definitiva, algunos empleos se verán muy afectados por este cambio sustancial en el sector automovilístico. Queda por saber si la sangría de afectados consigue limitarse lo máximo posible o si, por el contrario, se produce una alarma social al respecto.   

Fuente: Agencia Efe