Audi puede presumir de una larga tradición en los que respecta al uso del aluminio, que se remonta a los primeros compases de la firma de los cuatro aros. Por ejemplo, el modelo K, de 1923, equipaba un motor de 3,6 litros de cilindrada, con un bloque construido en aluminio.
De cara a demostrar lo importante que ha sido este material para rebajar el peso de sus vehículos, en el museo de la marca en Ingolstadt, se acaba de inaugurar una exposición que reúne a algunos de los automóviles más importantes que han utilizado el aluminio, de forma importante, en su construcción.
Avus Quattro, la estrella del salón de Tokio de 1991
De toda la selección, con bastante diferencia, el modelo más espectacular es el Avus Quattro, un concept car presentado en 1991, en el salón de Tokio. Con un peso notablemente bajo, de 1.250 kilos, el superdeportivo alemán equipaba un enorme motor W12, con 6,0 litros de cilindrada y 502 CV de potencia, que se trasladaban al asfalto a través de un sistema de tracción integral.
La combinación de un peso bajo y una elevada potencia daba como resultado un auténtico cohete: 3,0 segundos en el 0 a 100 km/h y una velocidad punta de 334 km/h. No está nada mal, ¿verdad?
Nunca llegó a convertirse en un modelo de producción, pero el concepto de construcción que utilizaba, llamado Audi Space Frame, fue elegido como base para otros muchos automóviles posteriores.
Por ejemplo, el concept ASF, de 1993, fue una reproducción bastante exacta de lo que, posteriormente, fue el Audi A8 de primera generación. Aunque el modelo definitivo se presentó en 1994, el proceso de desarrollo se alargó durante once años y supuso cuarenta patentes.
Algunos datos nos pueden dar una idea de lo avanzado de este modelo, que era un 40% más ligero que un vehículo equivalente con carrocería de acero. En su momento, Audi afirmó que podría haberlo fabricado, incluso un 60% más ligero, pero no quiso descuidar la seguridad. Curiosamente, la carrocería de aluminio era más ligera que una de acero equivalente, pero en algunas partes de la misma, el grosor del material era casi idéntico, lo que aumentaba el nivel de seguridad.
Audi y aluminio, un binomio con mucha experiencia
Otro ejemplo lo encontramos en el Audi A2 del año 2002. Solo pesaba 895 kilos, pero el peculiar urbano de la marca de los cuatro aros no consiguió convencer a muchos clientes y, a mediados de 2005, la empresa decidió finalizar su comercialización. A pesar de los rumores, todavía no ha habido un heredero del concepto que representaba el A2.
Para finalizar, podemos ver un espectacular Audi R8 5.2 FSI Quattro Showcar de 2009, compartiendo protagonismo con otros miembros de la familia Audi basada en el aluminio. Actualmente, en su segunda generación, el superdeportivo alemán está disponible con un propulsor atmosférico V10, aunque se especula con la próxima llegada de una versión equipada con el motor V6 biturbo de 2,9 litros de cilindrada.
En cualquier caso, puedes visitar esta exposición, hasta el próximo 4 de marzo de 2018, en Ingolstadt. Si eres un fiel seguidor de Audi no deberías perderte esta cita.