Los todocaminos son los coches de moda, atraen a clientes de todas las edades y, en la actualidad, apenas existen marcas sin un SUV en sus gamas. Pero cuando luces una estrella en el frontal y las siglas Mercedes-AMG en la trasera, estar no es suficiente, sino que hay que ofrecer algo más.
Y ese es el objetivo del Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC, un todocamino impulsado por un motor 3.0 biturbo, de gasolina, con 367 CV, que pretende posicionarse como una alternativa deportiva, pero sin llegar a ser tan radical como sus hermanos mayores, los GLC 63 y 63 S, con 476 y 510 CV, respectivamente.


Un buen corazón
Sin duda, gran parte del espíritu de su coche se debe a su propulsor, de seis cilindros en línea, asociado a la transmisión automática con convertidor de par 9G-TRONIC, de nueve velocidades.
Con esta combinación, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,9 segundos y de alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada), registrando un cosumo medio homologado de 8,3 litros cada 100 kilómetros. Por supuesto, el sistema de tracción integral 4MATIC es de serie.

Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC, nacido para el asfalto
Con unas llantas de aleación de 19 pulgadas de serie (de 21 en nuestra unidad), queda claro que este Mercedes-AMG es un automóvil orientado al asfalto; al menos, al 99,9%.
En este escenario te diré que destaca en carreteras de montaña y que no falla cuando se habla de comodidad para el día a día, gracias a la suspensión adaptativa AMG RIDE Control. ¿Quieres saber más? Dentro de muy poco publicaremos la prueba completa de este todocamino. Por ahora, te dejamos un teaser para que vayas abriendo boca.