Borgward era un fabricante de automóviles alemán, con sede en Stuttgart, que cerró sus puertas en 1965... y que resucitó en 2015, de la mano de un grupo chino de inversores. Desde entonces, la compañía no ha perdido el tiempo y, en menos de dos años, ya tiene a la venta dos todocaminos en el mercado oriental: el BX7 y el BX5. Y el siguiente paso su estrategia es desembarcar en Europa.
Por eso, con el objetivo acercarse al público europeo, ha presentado en el salón de Frankfurt un concept que recupera la denominación de uno de sus cupé más exitosos: el Borgward Isabella Concept de los años 50. Y como puedes comprobar, su diseño, que el fabricante define como "impression of flow", es espectacular.
"Las suaves transiciones de su carrocería generan un equilibrio perfecto entre sus formas orgánicas y sus líneas precisas. Nuestro objetivo era crear sinergias entre el diseño y la tecnología", según ha confirmado el director de de diseño de la compañía, Anders Warming,




A simple vista, lo más llamativo de este cupé son sus puertas deslizantes, aunque también cuenta con detalles interesantes, como una parrilla frontal sin tomas de aire o una trasera inspirada en la de los modelos de los años 50.
En lo que al interior respecta, los ocupantes tienen la sensación de viajar en una gran carlinga de cristal, mientras que las pantallas táctiles han sustituido por completo a los botones. De hecho, tan solo el volante, el acelerador y el freno son 'convencionales'.
Centrándonos en el sistema de propulsión, la marca no ha desvelado ninguna información, salvo que el Borgward es un coche del futuro... y que el futuro será eléctrico. En cuanto a si finalmente llegará al mercado algún modelo similar al Isabella, el semáforo está en rojo tendiendo a amarillo... Aún así, todo depende del éxito que tenga la marca en el mercado chino.