Diseño fresco y llamativo
Al igual que sucede con el T-Roc y también con los nuevos eléctricos ID.3 e ID.4, el diseño del T-Cross resulta más original de lo habitual en Volkswagen. Normal, ya que sus rivales también presentan una estética bastante desenfadada y múltiples opciones de personalización.
Llama especialmente la atención la zaga, gracias a la moldura negra que une los pilotos oscurecidos. Pero también hay que destacar las llantas de aleación bicolor de 16 pulgadas, que son opcionales, y un frontal con los elementos cromados justos.
Interior ergonómico
A diferencia del interior del Golf y de otras primicias recientes de la casa, donde se 'abusa' del uso de la pantalla central, el habitáculo del T-Cross muestra un diseño más convencional, pero a su vez mucho más ergonómico y, por lo tanto, se generan menos distracciones al volante.
Es verdad que hay un abuso de plásticos duros y que no hay asideros ni delante ni detrás, pero todo parece perfectamente ensamblado y no faltan muchos huecos portaobjetos.
En el acabado intermedio Advance, la instrumentación es analógica, no hay arranque por botón (hay que introducir la llave) y el freno de estacionamiento es por palanca, como en un vehículo tradicional.
Plazas traseras amplias
Como decíamos antes, las plazas traseras sorprenden por el gran espacio que ofrecen en todas las cotas, hasta el punto de que cuatro adultos de talla media viajan con total comodidad dentro del T-Cross. Incluso pueden acceder a ellas personas espigadas que ronden los 1,90 metros de altura.
Además, la banqueta se puede regular longitudinalmente hasta 14 centímetros, para poder ganar espacio al maletero. ¡Todo en tan solo 4,11 metros de longitud!
Maletero muy aprovechable
Igualmente, el maletero da mucho juego. En él caben una maleta grande y dos de cabina, más mochilas o bolsas de deporte. Parece que estamos hablando de un compacto del segmento C, ¿verdad?
De hecho, el T-Cross ofrece como mínimo 385 litros para el equipaje, frente a los 380 del Golf. En el caso de adelantar la banqueta trasera, la cifra llega a 455 y si se abaten los asientos (queda una superficie de carga plana), se generan 1.281 litros. Por cierto, el piso del maletero puede situarse en dos alturas diferentes.
Motor TSI de buen rendimiento
El propulsor de acceso a la gama es el bloque turbo de gasolina 1.0 TSI de 95 CV, que rinde muy satisfactoriamente y resulta bastante sedoso a pesar de ser un tricilíndrico.
Se asocia a una caja manual de cinco velocidades con la que, a 120 km/h, gira a 2.800 rpm, un régimen un poco más elevado de lo normal. Eso no significa que se generen un sonido mecánico elevado; al contrario, el motor pasa totalmente desapercibido.
En términos de consumos, hemos oscilado entre los 5,5 y los 6,5 litros cada 100 kilómetros en función del uso dado. Lo más normal es rondar los 6,0 litros. Con este motor, el T-Cross firma 180 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 en 11,5 segundos.
Por 21.250 euros
El Volkswagen T-Cross 1.0 TSI 95 CV Advance tiene un precio de 21.250 euros, con el descuento de la marca ya incluido. Esta versión es una de las más asequibles del catálogo, aunque el coche se puede adquirir por menos de 20.000 euros con el acabado Edition.
También hay varias opciones más costosas, a partir del nivel Sport o con el motor 1.5 TSI de 150 CV. En este caso, las tarifas pueden estar entre los 25.000 y los 28.000 euros, aproximadamente.