Opel Corsa (1982)
En 1982, este coche marcó la tardía entrada de Opel en el segmento de los utilitarios. Durante los siguientes años, hubo varios cambios de nombres en Rüsselsheim: el Ascona se convirtió en el Vectra y luego en el Insignia, mientras que el Kadett mutó en el Astra. Solo el Corsa se libró de esta tendencia.
Después de 38 años, el modelo germano sigue manteniendo la bandera de Opel en el segmento B... y ya va por la sexta generación.
Ford Fiesta (1976)
También de fabricación española, como el Corsa, el Ford Fiesta se denominó así como un homenaje a nuestro país. Se dice que Henry Ford II fue el que decidió personalmente este nombre.
En 1976, la primera generación del coche comenzó con un modesto motor de 45 CV. 42 años después, el coche lleva ocho generaciones de historia y ha alcanzado los 200 CV. En 2011, se celebró la producción del Fiesta número 15 millones y le queda cuerda para rato...
Volkswagen Passat (1973)
En 1973, con el Passat, derivado del Audi 80, Volkswagen consiguió pasar del anticuado motor en posición trasera al esquema de la moderna tracción delantera. Un soplo de aire fresco, por así decirlo, que se expresaba con el nombre Passat, mucho más personal que el sobrio 511, como se planeó inicialmente.
47 años después, el coche y la denominación se han convertido casi en sinónimo de la clase media. Por cierto, otros nombres de Volkswagen de los años 70 también se han mantenido hasta hoy, como Golf, Polo y Jetta.
BMW Serie 5 (1972)
1602, 2002, 2000, 2800... A comienzos de los años 70, BMW se enredó en una ensalada de números. Con vistas a la nueva berlina media prevista para 1972, las cosas no podían seguir así. Bob Lutz, director de Marketing de BMW en ese momento, ideó un nuevo sistema: primero el número para clasificar el modelo y luego la cilindrada del motor. El resultado fue el Serie 5.
Supuestamente, la designación Serie 5 y las versiones 520 y 525 estaban destinadas a tender un puente con los legendarios BMW 501 y 502. Sea como fuere, las series más importantes de Múnich (Series 3, 5 y 7) han llevado sus nombres desde los años 70, añadiéndose la Serie 1 en 2004. Eso sí, ahora, los dos últimos dígitos indican el rendimiento más que la cilindrada. Por ejemplo, el BMW 530i solo tiene un motor de 2,0 litros bajo el capó.
Range Rover (1970)
En inglés, 'range' se refiere tanto a la autonomía como al acto de viajar. En 1970, este nombre suponía una combinación perfecta para el nuevo modelo de Land Rover, pues ofrecía mucho confort en largas distancias, si bien también era capaz de adentrarse en el campo con una alta eficacia.
El primer Range Rover se construyó durante 26 años hasta 1996, de ahí que solo haya cuatro generaciones del icónico todoterreno. El modelo actual lleva en el mercado desde 2012, con una gama que hasta incluye versiones híbridas enchufables.
Toyota Corolla (1966)
El coche más vendido de la historia existe desde 1966 y puede presumir de haber obtenido más de 40 millones de matriculaciones... y las que le quedan.
¿Por qué Toyota en Europa reemplazó el nombre Corolla por el de Auris durante varios años? Sigue siendo un misterio hasta hoy, pero el hecho es que la denominación ha vuelto, porque hay tradiciones que nunca deben romperse.
Ford Mustang (1964)
Mientras que algunos rivales como el Chevrolet Camaro se tomaron unos años de descanso, el Ford Mustang ha estado ondeando la bandera de los deportivos, sin interrupción, desde 1964. No hay mucho que decir sobre el nombre Mustang, porque se explica por el emblema del caballo en el coche. No obstante, según Ford, también se pensó en el avión de combate P-51 Mustang de la Segunda Guerra Mundial. En agosto de 2018, el Mustang número 10 millones salió de la línea de montaje.
Porsche 911 (1963)
911: tres dígitos que atraen a los aficionados de los coches de todas las edades. El deportivo por excelencia de Porsche, que se presentó en 1963 con el nombre 901, debe su denominación a una circunstancia curiosa muy conocida: Peugeot registró antes el 901 y, para evitar males mayores (es decir, una gran multa), la marca alemana cambió el 0 por un 1. En mayo de 2017, se fabricó la unidad un millón de este modelo.
Mercedes-Benz SL (1954)
La abreviatura SL es legendaria, pero aún no está claro lo que Mercedes-Benz quería que significase: ¿Sport Leicht o Super Leicht? En cualquier caso, fue el coche que convirtió en míticas las puertas de tipo alas de gaviota.
El R 231, llamado internamente así, es la séptima y actual generación del deportivo germano, que lleva en el mercado desde 2012. Las largas vidas no son inusuales para el SL, pues el récord lo ostenta la serie 107, con 18 años de permanencia en el mercado.
Chevrolet Corvette (1953)
¿Tiene el deportivo estadounidense el récord mundial del nombre más duradero? El hecho es que el primer Corvette, llamado así por un pequeño buque de guerra, apareció en 1953. También fue el primer coche deportivo real de Estados Unidos. En julio de 2019, se presentó la octava generación del 'Vette', por primera vez con el motor en posición central.