Porsche 917K - 12,6 millones de euros
Abriendo el ranking, tenemos uno de los coches de carreras más emblemáticos de todos los tiempos, ganador de las 24 Horas de Le Mans, y que, en el caso del ejemplar, vendido en 2017, fue el protagonista de la película homónima, protagonizada por Steve McQueen.
Perteneciente a Jo Siffert, este 917K de 1970 tiene un motor bóxer de 12 cilindros, con 5,0 litros y 639 CV, y alcanza los 340 km/h.
Aston Martin DB4 GT Zagato - 13,8 millones de euros
Para los entusiastas de los deportivos construidos en Newport Pagnell, el DB4 GT Zagato es uno de los vehículos más importantes del fabricante británico, cuya producción se limitó a 19 unidades, entre 1960 y 1963.
Uno de ellos, de 1962, se subastó en 2015 por 13,8 millones de euros. La carrocería, redondeada y muy avanzada aerodinámicamente, esconde un motor de seis cilindros en línea, con 3,7 litros y 318 CV. Este coche llega a los 247 km/h.
Leyat Hélica - 17,9 millones de euros
Con otro paso más en la escalada de cifras, llegamos a este curioso y peculiar vehículo de 1922, obra del ingeniero Marcel Leyat.
A medio camino entre un coche y un avión, el Hélica toma su nombre de la hélice delantera que permite al coche avanzar sin recurrir a ruedas motrices.
De la versión con carrocería cerrada se fabricaron diez unidades y, en la actualiad, solo queda en circulación este ejemplar, que emplea un motor bicilíndrico de 25 CV, con el que firma 110 km/h de velocidad máxima.
Aston Martin DBR1 - 20,2 millones de euros
Otra obra maestra de Aston Martin, en este caso, de 1956. Un coche de carreras que ganó los 1000 km de Nürburgring en 1959 y que tuvo como conductores, entre otros, a Roy Salvadori, Stirling Moss, Jack Brabham y Carroll Shelby.
Adquirido en una subasta de 2017, el chasis DBR1/1 es el primero de los cinco construidos y está equipado con un motor de seis cilindros en línea, con 3,0 litros y 305 CV. El coche anuncia 290 km/h de velocidad punta.
Mercedes-Benz W196R - 25 millones de euros
El coche más caro de Mercedes-Benz lo es también de Alemania. Se trata del W196R vendido en una subasta de 2013, el coche de F1 ganador de los Grandes Premios de Alemania y Suiza, en 1954, con Juan Manuel Fangio a los mandos.
De los 14 ejemplares producidos, este es el único que se encuentra en una colección privada. El vehículo se propulsa con un motor de inyección, con ocho cilindros en línea y 260 CV, con el que llega a los 280 km/h.
Bugatti Type 41 Royale - 27,4 millones de euros
A finales de la década de los 20, el coche más caro y exclusivo del mundo era este Bugatti, una limusina destinada a gobernantes, jefes de Estado y millonarios... aunque solo se fabricaron siete unidades.
Como curiosidad, es uno de los coches más grandes de todos los tiempos, ya que tiene una longitud de 6,4 metros. Además, monta llantas de aleación de 24 pulgadas y un descomunal motor de ocho cilindros en línea, con 12,0 litros y 300 CV, con el que logra 200 km/h de velocidad punta.
Ferrari 250 Testa Rossa - 29,9 millones de euros
Con este deportivo de 1957, que ha ido pasando entre diferentes particulares, nos acercamos al podio de los modelos más caros del mundo.
No se trata de un coche cualquiera, sino de uno de los Ferrari más exitosos de todos los tiempos. En particular, este chasis 0704TR con carrocería Scaglietti, ganador de los 1000 km de Buenos Aires y las 12 Horas de Sebring en 1957, conducido por Phil Hill y Peter Collins.
Monta un propulsor 3.0 V12, con 300 CV, y declara 270 km/h de velocidad máxima.
Rolls-Royce 15 CV - 31,3 millones de euros
En medio de estos 'monstruos' de la competición, resulta chocante ver un clásico de 1905, el segundo Rolls más antiguo de todos los tiempos.
De los seis Rolls-Royce 15 CV producidos, solo uno permanece en circulación. Perteneció durante 60 años a la misma familia escocesa y luego se donó al Club Automovilístico de Glasgow. El motor de tres cilindros, con 3,0 litros y 15 CV, le permite superar los 60 km/h.
Bugatti Type 57 SC Atlantic - 42 millones de euros
Perteneciente al diseñador Ralph Lauren, esta joya de 1938 colecciona premios en cada competición en la que participa.
Se trata del cuarto y último Atlantic producido por el fabricante francés. La carrocería es de aluminio y el motor dispone de ocho cilindros en línea, con 3,3 litros y 200 CV, para anunciar una velocidad máxima de 190 km/h.
Estamos convencidos de que si se pusiera a la venta, se pagarían más de los 42 millones de euros que se abonaron en su día.
Ferrari 250 GTO - 62,7 millones de euros
El rey de la lista es un coche de competición, cuya producción se limitó a 39 unidades entre 1962 y 1964. Este ejemplar, del año 1963, con chasis número 4153GT, ganó el Tour de France de 1964.
La cifra récord se alcanzó en junio de 2018, cuando David MacNeil, fundador y CEO de WeatherTech, se lo compró al anterior dueño. En el garaje de MacNeil, o quizá en una bóveda blindada, se encuentra ahora este vehículo con motor 3.0 V12 de 300 CV y una velocidad punta de 280 km/h.