smart crosstown (2005)
Este biplaza híbrido montaba un propulsor de gasolina de 61 CV y otro eléctrico de 31 CV. Con este sistema de propulsión, el coche alcanzaba una velocidad máxima, autolimitada, de 135 km/h.
Para las jornadas lúdicas, el techo de lona podía recogerse, de forma eléctrica, detrás de los asientos. La estética del vehículo, sobre todo el frontal y los pasos de rueda sobredimensionados, se basaba en algunos todoterrenos.
smart forfun2 (2006)
¿Un smart convertido en un 'bigfoot'? Increíble, pero cierto. Este vehículo es el resultado de combinar un fortwo con un descomunal Unimog 406. ¿El motor? El bloque turbodiésel del Unimog, de 5,7 litros y 84 CV.
Algunos de los datos más sorprendentes son neumáticos y llantas de 55 y 26 pulgadas, respectivamente, así como una altura libre al suelo de 65 centímetros. Desde luego, pocos terrenos se le resistían a este 'monstruo' off road.
smart eScooter (2010)
smart también creó un prototipo de scooter, capaz de facilitar la movilidad urbana en el día a día. Alcanzaba una velocidad máxima de 45 km/h y homologaba una autonomía superior a los 100 kilómetros. El tiempo de recarga de la batería no superaba las cinco horas en una toma de corriente convencional.
Tecnológicamente, era un vehículo muy avanzado, ya que incorporaba sistemas antibloqueo de frenos (ABS) y de control del ángulo muerto. Incluso llevaba integrado un airbag en el panel debajo del manillar.
smart forvision (2011)
Seguro que este prototipo te recuerda al actual fortwo. Claro, porque en 2011 adelantó la fisonomía de la tercera entrega del biplaza alemán.
Como curiosidad, el techo incorporaba placas fotovoltaicas para suministrar energía eléctrica a la climatización, el navegador o el sistema de sonido. Además, el coche estaba confeccionado con materiales ligeros, como la fibra de carbono y la resina epoxi, destinadas a la célula de seguridad tridion y a las puertas.
smart forspeed (2011)
Este singular 'speedster' montaba un propulsor eléctrico de 41 CV, con el que aceleraba de 0 a 60 en 5,5 segundos y alcanzaba 120 km/h.
Si el conductor necesitaba realizar un adelantamiento rápido, disponía de la función Boost, que se activaba con un botón, con la que el propulsor desarrollaba 7 CV extra durante un corto periodo de tiempo.
La carrocería estaba fabricada de fibra de vidrio y los asientos tenían un diseño deportivo. Tras aparcar el coche, el usuario podía taparlo con una lona que cubría todo el habitáculo.
smart for-us (2012)
Como si fuera un pick-up al uso, este coche contaba con una superficie abierta de carga, de 90 centímetros de longitud, situada detrás del habitáculo. En ella, cabían dos bicicletas eléctricas, realizadas específicamente para este prototipo.
El motor, cómo no, era eléctrico y entregaba 75 CV, fuerza que se canalizaba al eje trasero. Con esta mecánica ecológica, el ejercicio de estilo podía alcanzar los 120 km/h.
smart forstars (2012)
Sin duda, la parte más original de este biplaza era la incorporación de un ¡proyector de vídeo! en el centro del capó, controlado mediante Bluetooth.
El coche disponía de una amplia zona de carga y se movía gracias a un motor eléctrico de 82 CV. El lujo estaba presente a través de una cámara que sustituía al retrovisor interior, un techo panorámico de cristal y unos asientos de cuero.
smart Vision EQ fortwo (2017)
Eléctrico y autónomo, este modelo adelanta cómo podría ser el negocio del 'car sharing' (coche compartido), dentro de unos años. El Vision EQ fortwo carece de volante y pedales, y lleva instalada una descomunal pantalla de 24,0 pulgadas, para gobernar los sistemas de infoentretenimiento.
Cabe recordar que smart se convertirá en una marca 100% eléctrica a partir del año 2020. De hecho, en la actualidad, ofrece versiones electric drive tanto en el fortwo como en el forfour.