La colaboración entre marcas es algo tan antiguo casi como la existencia del propio automóvil. Actualmente, ya sea dentro de un mismo grupo, o con acuerdos puntuales, podríamos ponerte cientos de ejemplos de modelos que comparten motor, plataforma, línea de montaje, tecnología, ayudas electrónicas a la conducción...

Sin embargo, hoy hemos querido ir un poco más allá, para rebuscar en la pasado y encontrar algunos ejemplos de coches que han empleado (o emplean) motores de fabricantes externos que, sobre el papel, poco tienen que ver con su historia o que, simplemente, resultan sorprendentes.

Es cierto, podríamos haber incluido muchos más. Pero no te preocupes, habrá una segunda parte. Hasta entonces, te dejamos con una selección compuesta por un SUV con motor desarrollado por Ferrari, una berlina francesa con corazón de Maserati, un utilitario español con alma de Porsche...