Alfa Romeo GTV
Este modelo, fabricado entre 1995 y 2006, es un coupé de 2+2 plazas, que se comercializó con motores atmosféricos de gasolina, de entre 144 y 240 CV. En concreto, esta última variante recurría a la mecánica 3.2 V6 que también equipó, entre otros, el 156 GTA (aunque en la berlina rendía 250 CV).
El Alfa Romeo GTV era un modelo con un agradable tacto deportivo, pero, a la vez, uno de los menos prácticos de esta lista. ¿La buena noticia? Es posible encontrar unidades en un estado de conservación razonable, con precios que arrancan en los 4.000 euros.
Audi Coupé
Este redondeado coupé, desarrollado a partir del Audi 80 de la época, contaba con un práctico habitáculo de cinco plazas, en el que destacaba un diseño bastante sobrio y una gran calidad de acabados. En el exterior, su trasera levantaba pasiones en la época.
Aunque en la actualidad tiene unos precios muy bajos, las unidades bien conservadas de este Audi cuentan con tarifas elevadas (pueden superar los 5.000 euros), en especial la variante deportiva S2, de 220 CV... que pude llegar a costar más de 16.000 euros.
Fiat Coupé
Nació en 1993, del lápiz de Chris Bangle (cuando trabajaba en Pininfarina), y estaba desarrollado a partir de la plataforma Type2 del Grupo Fiat, que también empleaba el Alfa Romeo GTV.
En un principio, se comercializó con un motor 2.0 de gasolina, de cuatro cilindros, que desarrollaba 139 CV en su variante atmosférica y, 190, en la turboalimentada.
Más adelante, este motor desapareció en favor de una mecánica atmosférica 1.8 de 131 CV, así como de un propulsor 2.0, de cinco cilindros, dotado de 147 CV, o bien 220, si equipaba turbo... En aquel momento, era el Fiat de calle más rápido y potente de la historia.
Ford Probe
La segunda generación del Ford Probe apareció en 1992, contaba con un diseño espectacular y, desde el punto de vista mecánico, era un clon del Mazda MX-6.
En cuanto a los motores, este Ford se comercializó con dos variantes: un 2.0 de 115 CV y un 2.5 V6 de 165 CV, de procedencia Mazda. Eso sí, encontrar unidades en buen estado resulta cada vez más difícil.
Honda Prelude
Este coupé despuntaba por el elegante diseño de la carrocería, su calidad de acabados y por algo que, en la actualidad, comienza a ser habitual, pero que en los 90 era una revolución: el sistema de dirección a las cuatro ruedas 4WS, controlado electrónicamente.
Te recomendamos el Honda Prelude 2.2 VTI, dotado de un motor atmosférico de gasolina, con 2,2 litros, que desarrolla 200 CV a 6.800 rpm.
Mitsubishi Eclipse
En la actualidad, en Mitsubishi, la nomenclatura Eclipse hace referencia a un SUV (el Eclipse Cross), pero en la segunda mitad de los años 90, se refería a un afamado coupé de precio accesible, que llegó a ser protagonista en la primera entrega de la película A todo gas.
Su versión más potente estaba impulsada por el motor turboalimentado 4G63, que empleaba el Mitsubishi Lancer Evolution, aunque con 210 CV, en vez de 280.
Opel Calibra
Fue uno de los coupés más vendidos de los años 90, el automóvil de cuatro plazas más afilado del mundo (con un coeficiente aerodinámico Cx de 0,26) y un modelo tremendamente veloz: en concreto, su versión turboalimentada de gasolina, con motor de 2,0 litros y cuatro cilindros, desarrollaba 204 CV... y era capaz de alcanzar 245 km/h. Una cifra brillante en la época.
El cualquier caso, el corazón de la gama de este Opel fueron las versiones de 2,0 litros, con potencias que oscilaban entre los 115 y los 150 CV; esta última, dotada del sistema de tracción total VarioTrac. Por el otro lado, en un punto intermedio, se situó el 2.5 V6 de 170 CV.
Por desgracia, el principal problema del Opel Calibra es que resulta casi imposible encontrar unidades originales de segunda mano.
Peugeot 406 Coupé
Diseñado por Pininfarina, este coupé de cuatro plazas es uno de los coches más atractivos de finales de los 90, hasta el punto de que su imagen recordaba a la de algunos Ferrari de la época, como el 456 GT.
Sin embargo, más que por ser un modelo extremo, el Peugeot 406 Coupé destacaba por ser utilizable en el día a día: contaba con cuatro cómodas plazas, un razonable maletero de 390 litros y era el único coupé de la época disponible con mecánicas turbodiésel.
Este Peugeot se comercializó con motores atmosféricos de gasolina 2.0 de 136 CV, 2.2 de 158 CV y 3.0 V6 de 194 CV (207, tras el restyling de 2003); mientras que, en turbodiésel, recurría a un motor 2.2 de 136 CV.
No te será difícil encontrar unidades de segunda mano a precios inferiores a 5.000 euros... pero la mayoría superan los 200.000 kilómetros.
Toyota Celica
La sexta generación de este deportivo japonés destacaba por incorporar un frontal con cuatro faros... que no eran escamoteables.
Eso sí, aunque los precios de las versiones de acceso a la gama, con motor de 116 CV, son muy accesibles (menos de 2.000 euros), existen otras variantes de este Toyota, como el ST205 GT Four de 241 CV, que pueden alcanzar los 20.000 euros en el mercado de ocasión.
Volkswagen Corrado
A principios de los años 90, llegó al mercado el Corrado, un coupé de 2+2 plazas y 4,05 metros de largo, que se convirtió en el automóvil más enfocado a disfrutar de la conducción de Volkswagen, por delante, incluso, del Volkswagen Golf GTI MkIII.
Este automóvil, que incorporaba tecnologías increíbles para la época, como un alerón trasero que se elevaba automáticamente a partir de 120 km/h, se comercializó con mecánicas de gasolina de entre 116 y 190 CV.
¿Las dos más deseadas? El Volkswagen Corrado G60, impulsado por un propulsor de gasolina, de 1,8 litros y cuatro cilindros, sobrealimentado mediante un compresor, para desarrollar 160 CV; así como el VR6, dotado de un propulsor 2.9 V6 de 190 CV.
Si quieres una unidad bien conservada, te recomendamos paciencia (no hay demasiadas) y que prepares un mínimo de 6.000 euros.