Dentro de los coches deportivos, los GTI de finales de los 80 y principios de los 90, con motor turboalimentado, siempre serán recordados con especial cariño. Y no es para menos, porque consiguieron demostrar que un vehículo pequeño, ligero, con unos cuantos componentes de calidad, y un motor potente, pueden ser tan divertidos como conducir un superdeportivo

Por eso, son muchos los aficionados al mundo del motor que sueñan con aparcar en su garaje un Renault 5 Turbo, un Fiat Uno Turbo o un Ford Fiesta RS Turbo... Si es así, te recomendamos que te des prisa: cada vez hay menos unidades y a un precio más elevado. Luego no digas que no te lo hemos advertido. 

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