Esta semana descubrimos un nuevo Top 5 de la firma de Stuttgart. En esta ocasión, se centra en 5 tecnologías Porsche que han saltado del mundo de los circuitos y la competición a los coches de calle. Para explicárnoslas un poco mejor, Walter Rohrl acude a la cita, en el circuito de pruebas de Weissach, a los mandos de un Porsche 911 GT3 RS. Un coche que nos sirve para enlazar con el resto de "actores"...

Porsche 911 GT1, PRFC (Carbon Fiber Reinforced Polymer)

El nexo de unión entre el 911 GT3 RS y nuestros 5 protagonistas es que se trata de un coche carreras-cliente, que se puede matricular y circular con él por la calle. Uno de los aspectos que tiene en común con el Porsche 911 GT1 es el empleo del PRFC, también conocido como material plástico (o polímeros) reforzado con fibra de carbono. Todo, en busca de conseguir la máxima ligereza.

Presentado en 1996, el GT1 era la versión de calle necesaria para homologar el coche que debía disputar el Campeonato del Mundo FIA GT. Sin embargo, el mayor triunfo durante sus tres años de existencia tuvo lugar en las 24 Horas de Le Mans, donde cosechó un espectacular doblete en 1998, superando a Mercedes-Benz y BMW.

Porsche 918 Spyder, selector de modos de conducción

Inmerso en la era dorada de los superdeportivos híbridos, el Porsche 918 Spyder es el modelo de calle más potente de su historia. Algo que consigue gracias a un sistema de propulsión que combina una mecánica V8 de gasolina y dos motores eléctricos. ¿El resultado? Una potencia máxima combinada de 887 CV, una velocidad máxima de 345 km/h y una aceleración de 0 a 100 en 2,6 segundos.

En este caso, la transferencia de la competición llega de la mano de un selector de modos de conducción, integrado en el volante. Entre los programas disponibles, destaca el Sport Response, una especie de "push-to-pass" que permite disponer de las máximas prestaciones del vehículo durante algo más de 20 segundos.

Porsche 962, discos de freno carbocerámicos

El Porsche 962 o 962C (para las competiciones del Grupo C) sustituyó al 956 a finales del año 1984. Ganó multitud de campeonatos, pero sus mayores triunfos se produjeron en las 24 Horas de Le Mans de 1985 y 1986.

Entre sus novedades, aparecieron los discos de freno carbocerámicos. Algo que, hoy en día, pueden equipar todos los modelos de la marca. Su nombre comercial es PCCB (Porsche Ceramic Composite Brake) y son opcionales en la mayoría de los casos. En algunos casos, están incluidos en la dotación de fábrica, como sucede con el Porsche 911 Turbo S.

5 tecnologías Porsche que han pasado de la competición a la calle

Porsche 917 10, turbocompresor

Esta variante del 917 fue desarrollada para competir en el campeonato norteamericano de Can-Am. La peculiaridad residía en su motor turboalimentado, con 850 CV de potencia. Algo que parecía extraño se ha convertido en la tónica habitual en la marca. De hecho, hoy en día, todos los modelos de la firma cuentan con motores turbo en sus gamas. 

Como curiosidad, diremos que el primer modelo que optó por el turbo en Porsche, el 911 en los años 70, ya cuenta con un motor biturbo desde hace unos cuantos años... aunque no haya cambiado de denominación comercial.

5 tecnologías Porsche que han pasado de la competición a la calle

Porsche 919 Hybrid, electrificación

En este caso, nos encontramos ante un modelo de carreras que todavía compite, dentro de la categoría LMP1-H. De hecho, estamos hablando de un doble ganador de las 24 Horas de Le Mans y del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC). Por supuesto, el reto para esta temporada es defender ambos títulos. 

Lo más destacado es su sistema de propulsión híbrido, compuesto por un motor 2.0 V4, turboalimentado y con inyección directa, de más de 500 CV, y una unidad eléctrica de más de 400 CV. Hoy en día, dejando a un lado el ya extinto 918 Spyder, la firma ofrece vehículos híbridos enchufables, dentro de las familias Cayenne y Panamera. 

5 tecnologías Porsche que han pasado de la competición a la calle

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