Si hablamos de coches longevos, el superdeportivo Nissan GT-R merece estar en esa lista, pues salió a la venta en 2007 y todavía se comercializa en varios mercados. En Europa no, lamentablemente, por las normas de emisiones contaminantes. 

¿Cómo comenzó la historia de este coche? El inicio de su trayectoria se remonta a 2001, cuando surgió el primer prototipo que, por cierto, recibió el legendario apellido Skyline, si bien el modelo de producción lo abandonó por una denominación más simple.

Galería: Nissan Skyline GT-R concept 2001

Concept sin datos técnicos

Con un aspecto bastante elegante incluso hoy en día, el concept original no venía con una hoja de especificaciones impresionante para sorprender a las multitudes reunidas en el Salón del Automóvil de Tokio.

De hecho, Nissan no proporcionó ninguna cifra, ni siquiera sobre el motor o las prestaciones, ya que el prototipo se presentó exclusivamente para anticipar una idea del diseño del nuevo GT-R.

Es fácil notar la conexión entre el concept y lo que se convertiría en el coche de carretera seis años después. El Skyline GT-R todavía luce elegante después de 17 años y alguien podría defender que, desde algunos ángulos, este coche es más atractivo que el automóvil definitivo.

Si bien el exterior era un adelanto bastante preciso del coche de calle, el interior no tenía nada en común, pues adoptó un enfoque minimalista y tenía una consola central simplificada que nos hace pensar en los modelos más modernos de McLaren.

Galería: Nissan GT-R Proto 2005

GT-R, hasta 600 CV

En 2005, Nissan presentó el Proto, un segundo prototipo del GT-R, ya muy cercano al superdeportivo final. El resto, como suele decirse, es historia. Tan sólo cabe recordar que el coche de calle recurre a un explosivo motor 3.8 V6 biturbo con 570 CV, asociado a una transmisión automática de doble embrague y seis marchas, junto a la tracción total. 

La versión NISMO, capaz de acelerar de 0 a 100 en tan sólo 2,8 segundos y de alcanzar los 315 km/h, incrementa la potencia hasta los 600 CV. Sin duda, el GT-R ha dejado huella en la historia de los coches deportivos.