No sólo deportivos clásicos como el Renault 5 Turbo o los Peugeot 205 GTI o T16 resultan especiales para hacer negocios con ellos (y ganar una buena suma de dinero), sino que también hay modelos de cine, nunca mejor dicho, que te pueden cubrir de oro. En concreto, hablamos del DeLorean DMC-12.

Hoy te traemos un ejemplar abandonado del año 1982, que fue descubierto en su día por los chicos de Car & Classic. Tal y como puedes comprobar en las fotos, está en mal estado, pues no se ha movido durante varios años, pero no hasta el extremo de no poder 'resucitar'.   

Galería: DeLorean DMC-12 abandonado

Un DeLorean recuperable

Al fin y al cabo, la carrocería no está comida por el óxido ni tampoco presenta grandes daños. Además, las llantas de aleación multirradio son las originales. La parte más difícil sería encontrar en el mercado de accesorios la parrilla, pues la del coche se sustrajo. 

Si nos fijamos en el interior, mantiene los componentes originales, incluidos el equipo de música o el volante a la izquierda, con lo cual podrían ponerse a punto de nuevo con una buena restauración.

DeLorean DMC-12 abandonado

¿Quedártelo o venderlo?

Ahora bien, una vez recuperado, ¿qué harías con este DeLorean DMC-12? ¿Te lo quedarías para disfrutarlo o lo venderías para hacer negocio? Para que te hagas una idea, hemos encontrado una unidad a la venta en Francia, con 20.500 km, por casi 80.000 euros...

Está claro que se pueden obtener muchos beneficios del modelo estadounidense, así que la elección de quedártelo o no depende de usar más el corazón o la cabeza en la toma de decisión. 

Un fracaso transformado en un éxito

Seguro que sabes que el DMC-12, fabricado por la compañía DeLorean Motor Company en Irlanda del Norte durante los años 1981 y 1982, supuso un fracaso estrepitoso, hasta el punto de que la empresa quebró en octubre de 1982. Pero todo cambió cuando el coche apareció en la saga cinematográfica de Regreso al Futuro en 1985. 

Desde ese momento, se convirtió en un icono y, por ende, en un preciado objeto de deseo, a pesar de que monta un modesto propulsor 2.9 V6, con apenas 130 CV. El diseño fue obra de Giorgetto Giugiaro y el coche destacaba por su carrocería de acero inoxidable sin pintar y por las puertas con apertura tipo alas de gaviota. Ahora mismo, si tienes uno, cuentas con un jugoso fondo de pensiones en potencia. 

Fuente y fotos: Carandclassic.com