Recuerdas el Audi A2 original, ¿verdad? Estuvo a la venta entre 1999 y 2005, y fue un modelo muy curioso, por ofrecer mucho espacio en una longitud de solo 3,80 metros, además de emplear una carrocería de aluminio. Lo único que no gustó a todo el mundo fue su aspecto. El concept A2, que se presentó en 2011, se diseñó para remediarlo.
"Este prototipo ofrece un anticipo de la conducción en las megaciudades del futuro. De propulsión puramente eléctrica, es un vehículo de gama alta para las aglomeraciones urbanas, con un generoso espacio", rezaba el comunicado oficial.


Una evolución en la construcción ultraligera de Audi limitó el peso a 1.150 kilogramos. Solo medía 3.804 milímetros de largo, 1.693 de ancho y 1.494 de alto. El coche de exhibición estaba pintado en el color Electro White mate y su techo de cristal opaco podía hacerse transparente pulsando un botón.
El frontal del ejercicio de diseño estaba dominado, como en todos los Audi, por la parrilla Singleframe, en una versión especialmente adaptada a la propulsión eléctrica: detrás de ella se encontraba la conexión de carga.


Otro aspecto destacado del concept A2 en su momento fueron los faros LED matriciales Matrix Beam. Como ya sabes, los diodos podían encenderse y apagarse por separado para iluminar perfectamente la carretera en cualquier posición y sin deslumbrar.
En la vista lateral se encontraba un rasgo característico del Audi A2 concept: la Audi dynamic light, una banda luminosa que unía los faros delanteros con los traseros. Cuando no se utilizaba, aparecía negra y cuando el conductor se acercaba, se iluminaba en azul a modo de saludo y enfocaba los tiradores de las puertas, que estaban integrados en dicha banda y sobresalían al pasar la mano por ellos.

Cuando el coche estaba en movimiento, la luz dinámica brillaba de color naranja intenso. Cuando se activaba un intermitente, se iluminaba el lado correspondiente, y al frenar, un pulso de luz roja recorría el flanco. Los pilotos también se fabricaron con la tecnología Matrix Beam.
El interior aprovechó las posibilidades que ofrece la propulsión eléctrica: el suelo no tenía túnel central y la consola entre los asientos delanteros podía bajarse, permitiendo el libre acceso.


El volante del Audi A2 concept era achatado por arriba y por abajo, con un solo radio. Solo los intermitentes y el limpiaparabrisas seguían funcionando mediante las palancas tradicionales de la columna de dirección.
Los cuatro asientos individuales del Audi A2 concept eran inusualmente ligeros, pues sus estructuras estaban conformados de aluminio. Tres puntales unían dichos asientos al suelo, lo que aumentaba el espacio para los pies en la parte trasera. Debajo de las banquetas había compartimentos portaobjetos.

Como decíamos al comienzo, el Audi A2 Concept era un vehículo puramente eléctrico. Su batería de iones de litio, alojada en el doble fondo del vehículo, almacenaba 31 kWh de energía, de los cuales 24 kWh estaban disponibles para su uso.
El motor eléctrico estaba montado transversalmente en la parte delantera del coche y enviaba 85 kW (116 CV) de potencia máxima y 270 Nm de par a las ruedas anteriores a través de una transmisión de una sola velocidad.
El coche firmaba una autonomía de 200 km en el ciclo de conducción europeo. Una carga completa de la batería tardaba aproximadamente 1,5 horas con corriente trifásica de 400 voltios, y unas cuatro horas con corriente doméstica de 230 voltios.
Nuestro protagonista aceleraba desde parado a 100 km/h en 9,3 segundos y su velocidad máxima estaba limitada a 150 km/h. Un esquema McPherson en la parte delantera y un eje torsional en la trasera le conferían agilidad en la conducción. La dirección y los frenos carecían de conexión mecánica (eran de tipo 'by wire').
A pesar de este y otros anticipos, lo cierto es que tuvo que pasar mucho tiempo antes de que Audi fabricara su primer coche eléctrico en serie, el e-tron (ahora llamado Q8 e-tron), que se presentó en 2018. Ironías de la historia: ahora Audi planea su futuro sin un utilitario en su gama.