El nuevo supercoche de Donkervoort ya está aquí. Se llama F22 por Filippa, la primogénita del CEO de la compañía neerlandesa, Denis Donkervoort, que nació el pasado 22 de mayo. Y aunque puede parecerse al D8 GTO, no hay ni una sola tuerca, tornillo o panel de la carrocería repetido.

Su estatus de superdeportivo es más que merecido, pues supera la relación peso-potencia del Bugatti Veyron, gracias a un motor de 499 CV y a una cifra en la báscula de apenas 750 kilos. 

El propulsor, de origen Audi, es el archiconocido 2.5 TFSI con cinco cilindros en línea. Toda su potencia se canaliza al tren trasero del vehículo, dotado de un diferencial autoblocante Torsen, mediante una caja manual de cinco marchas. El F22 firma una aceleración de 0 a 100 en 2,5 segundos y una punta de 290 km/h.

Donkervoort F22
Donkervoort F22
Donkervoort F22

F22, sin ESP 

En cuanto al bajo peso, fue una de las máximas establecidas durante el desarrollo de este vehículo. El resultado ha sido un biplaza con chasis tubular conformado con acero y fibra de carbono, el doble de rígido que el del D8 GTO saliente.  

Esta cualidad se une a la rápida dirección y la agilidad, hasta el punto de que el F22 puede alcanzar una Fuerza G de 2,15 en curvas. Curiosamente, los neumáticos asociados son unos Nankang, con llantas de 18 pulgadas delante y 19 detrás. 

Para detener el coche, hay discos de freno con pinzas de cuatro pistones, aunque el sistema carece de servoasistencia. Asimismo, el conductor está casi obligado a tener muchas 'manos', pues tampoco hay control de estabilidad. La suspensión independiente cuenta con un sistema hidráulico opcional que eleva el coche 35 milímetros para superar los badenes, pero por lo demás, es un coche plenamente analógico.

Galería: Donkervoort F22

Los paneles del techo se quitan a mano

Esto también se aplica al interior, donde hay un sistema de infoentretenimiento integrado para iPad opcional. El conductor dispone de una pequeña pantalla digital para la instrumentación y solo hay unos pocos botones alrededor de la palanca de cambios para gestionar varios sistemas.

Los paneles de fibra de carbono del techo se retiran manualmente y se guardan en la parte trasera. Los asientos Recaro disponen de arneses de seis puntos y están homologados tanto para carretera como para circuito. Y sí, el coche tiene puertas con apertura de tipo alas de mariposa.

El precio de partida en Europa es de 245.000 euros y hay una amplia lista de opciones que pueden añadir fácilmente otros 100.000 euros al total. La tirada inicial de 50 coches se agotó antes del debut oficial, pero la buena noticia es que se fabricarán otros 25, que estarán disponibles en varios mercados de todo el mundo. Las entregas comenzarán el próximo mes de enero.