El 19 de abril de 2005 se produjo un hito histórico en el mundo del automóvil: el Bugatti Veyron, considerado el primer hiperdeportivo de la historia, logró superar la barrera de los 400 km/h. En concreto, alcanzó 407, una hazaña que nunca antes había conseguido un vehículo de producción en serie.
Según rememora la marca francesa, ese día, el piloto de pruebas Uwe Novacki subió al coche sin ningún indicio de nerviosismo. Lo cierto es que estaba muy acostumbrado a probar vehículos a velocidades estratosféricas, pero no iba a ser un día más en la 'oficina'.
Galería: Bugatti Veyron: récord de 400 km/h
Miembro del equipo técnico de Volkswagen, Novacki estaba muy acostumbrado a rodar a 300 km/h, si bien esa jornada era diferente y suponía establecer una nueva plusmarca a 400 km/h, como mínimo.
Obviamente, se consiguió y, desde entonces, Bugatti se convirtió en una referencia a batir, tal y como continúa siendo hoy en día, pues el Chiron posee el récord en esta materia, con 490,48 km/h.
Volviendo a la hazaña de 2005, completada en el circuito de pruebas de Ehra-Lessien (Alemania), este registro tiene como principal 'culpable' el motor W16 del Veyron, de 8.0 litros, con 1001 CV y 1.250 Nm. Unas cifras impresionantes incluso en la actualidad.
Sin embargo, no se trataba solo del propulsor. La compleja aerodinámica activa del Veyron también fue clave para firmar este logro. Al llegar a 220 km/h, el modelo galo ajustaba el difusor y el alerón, entre otros componentes, para optimizar la estabilidad a velocidades superiores.

A lo largo de estos 15 años, se ha ido batiendo este récord de velocidad máxima para un vehículo de producción, pero alcanzar la cifra mágica de los 400 km/h, por primera vez, será siempre obra del Veyron.
Por cierto, si quieres saber cómo surgió este coche y su mecánica a partir de un simple papel, no deberías perderte este enlace, que cuenta una historia realmente interesante.