Ante la grave situación que vivimos con los precios de los combustibles, el Gobierno, a través de su ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha planteado una solución controvertida: bajar de 120 a 110 km/h la velocidad máxima en autopistas y autovías para disminuir el consumo y ahorrar dinero.
¿Tú estás de acuerdo con esta idea o crees que el Ejecutivo debería trabajar en intentar bajar las tarifas de la gasolina y el diésel y mantener los límites actuales? Estamos deseando que nos contestes en nuestros perfiles de redes sociales y generar un interesante debate.
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Hace 11 años, en 2011, vivimos una situación similar con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero; veamos en qué porcentajes se redujo el consumo. Si recuerdas, del 7 de marzo al 30 de junio de ese año, se impusieron los 110 km/h como máximo en vías de primer orden.
Según el Real Decreto establecido, se marcó como objetivo el descenso del consumo en un 11% para los coches turbodiésel y en un 15% para los de gasolina. Algunos estudios bajaron estos porcentajes a un 8%, aproximadamente, que fue la cifra real lograda.
El Ministerio del Interior aseguró que, en esos casi cuatro meses de norma, se ahorraron 450 millones de euros en combustibles, que supondrían 1,3 millones en un año. En cambio, el RACC bajó esa cifra a un máximo de 300 millones de euros.
Por su parte, la DGT afirmó que disminuyó el número de accidentes graves durante ese periodo y se felicitó por el hecho de que la mayoría de la población cumplió la norma, a pesar de las protestas de la oposición y los especialistas.
¿Tú te distraerías viajando a 110 km/h en una vía de primer orden o consideras que es una velocidad suficiente para no perder la concentración? Desde luego, en algunos coches la sensación sería de ir muy lentos, ciertamente.
Pase lo que pase con este tema, lo realmente preocupante es que los precios de los carburantes están ya en el entorno de los 2 euros, con lo que cuando desaparezca la ayuda de los 20 céntimos por litro el próximo 30 de junio, llenar un depósito de combustible supondrá casi un 50% más de dinero que hace un año. A ver qué economía familiar aguanta eso...
Fuente: El Mundo