Este coche comenzó su vida siendo un BMW 3.0 CSi destartalado, que permaneció en un garaje con goteras y con el techo solar abierto durante años. Ahora, tiene la carrocería más agresiva del 3.0 CSL especial de homologación y el motor eléctrico de un Tesla Model S.

Desde el exterior, no hay pistas de que este BMW albergue ahora un esquema 100% eléctrico. Sin embargo, al abrir el capó se aprecia un gran paquete de baterías, que ocupa el lugar donde normalmente se encuentra un motor de 3,0 litros en línea. En la parte trasera, hay otro paquete de baterías y el propulsor eléctrico de Tesla.

Recordemos que las versiones más potentes del 3.0 CSL rendían 203 CV de potencia. En cambio, el motor Tesla proporciona 450 CV, lo que supone un importante aumento de la potencia respecto al bloque de origen. Alcanzar los 100 km/h desde parado, ahora solo requiere unos 3,0 segundos. La batería ofrece una autonomía aproximadamente de 322 kilómetros (200 millas). Te dejamos una galería del modelo original:

Galería: BMW 3.0 CSL del cantante de Jamiroquai en venta

Lógicamente, para hacer frente a toda esa potencia extra, el coche se beneficia de un equipo de frenos Wilwood, lo que mejora considerablemente la frenada del coche alemán. El vehículo va montado sobre llantas Alpina multirradio.

Los daños causados por el agua hicieron necesaria una revisión completa del habitáculo. El constructor mantiene el aspecto clásico y los pasajeros delanteros se acomodan en asientos de tipo baquet con respaldo rebajado.

BMW 3.0 CSL

Hay una gran cantidad de molduras de madera, incluso en el salpicadero, la consola central y los paneles de las puertas. También se aprecia un techo solar, que no estaría en un auténtico CSL pero que es una buena mejora, si vas a conducir el coche durante soleados días con temperaturas suaves.

En cambio, donde esperarías escuchar el ronco sonido del motor de seis cilindros en línea de BMW, el chillido de los neumáticos se convierte ahora en el mejor reclamo de este coche. También se puede advertir la presencia de una suspensión revisada, lo que mantiene el vehículo 'pegado' al asfalto.

BMW 3.0 CSL

El cambio de motor hace que el peso del CSL aumente ligeramente con respecto a un ejemplar de serie. Según el vídeo, es más o menos equivalente a conducir con un pasajero en el original. Con la potencia extra de la unidad eléctrica, esos kilos adicionales no se notan mucho, afirma el presentador.

El trabajo para convertir este CSi en un CSL y cambiar la cadena cinemática llevó unos dos años. Ahora, está listo para salir a la carretera de nuevo. El cambio de motor puede molestar a algunos puristas, pero al menos este coupé clásico seguirá rodando por la carretera en lugar de pudrirse lentamente en un garaje con goteras.