En la primera mitad de los años 70, cuando se hizo inminente la necesidad de sustituir el legendario E-Type, un paso necesario si Jaguar quería seguir compitiendo en igualdad de condiciones contra los demás deportivos del mercado, la firma británica se enfrentó a un problema que no era fácil de resolver.

La necesidad de crear un sucesor de un modelo tan exitoso se produjo en un momento en que el mundo luchaba por salir de una importante crisis del petróleo y la empresa de Coventry se enfrentaba a la delicada transición a la nueva propiedad de British Leyland.

Galería: Jaguar XJS 1975-1996

La primera serie

Los esfuerzos de los ingenieros y diseñadores, dirigidos por última vez por Malcolm Sawyer (que falleció poco antes del lanzamiento del modelo), se plasmaron en el XJ-S, que debutó en público el 10 de septiembre de 1975, en el salón de Frankfurt, aunque su llegada al mercado se produjo al año siguiente.

Jaguar XJ-S

El gran coupé, de 4,75 metros de largo y 1,80 de ancho, era imponente pero no carente de clase para los gustos de la época, aunque sin duda tenía un estilo muy diferente al del E-Type, presentado casi 15 años antes, al que recordaba vagamente en sus proporciones, su largo capó y su zaga compacta.

Sin embargo, el XJ-S heredó el legendario motor V12 de 5,3 litros de su antecesor, actualizado con inyección electrónica de combustible y dotado de 288 CV y 400 Nm de par. Podía acoplarse a una caja de cambios manual de cuatro velocidades o a una automática de tres marchas, que más tarde se convertiría en la de serie.

Jaguar XJ-S

Con estas cifras, el XJ-S era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en algo menos de 7,0 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 245 km/h, unas prestaciones respetables que seguían clasificando al modelo como un gran turismo más que como un verdadero deportivo.

Recepción tibia

La primera serie del Jaguar XJ-S permaneció en el mercado hasta 1980, pero no logró repetir el éxito de su ilustre antecesor. La acogida del público fue más bien fría, tanto por su aspecto moderno, aunque no tan icónico como el del E-Type, como por sus prestaciones.

Dejando de lado los números, y a pesar de que la compañía anunciaba el XJ-S como un deportivo puro capaz de competir incluso contra los Ferrari contemporáneos, ni siquiera la conducción llegó a entusiasmar a los puristas. Además, el V12 siempre estaba sediento de gasolina, una característica que no concordaba con la realidad energética de la época.

Jaguar XJ-S

La segunda serie

En un intento por rectificar la situación, en 1981 se presentó una versión actualizada del XJ-S, con un V12 renovado, que seguía siendo un 5.3, pero que desarrollaba 300 CV, siendo más potente y eficiente que su predecesor.

La estética también se revisó ligeramente, con la introducción de nuevos paragolpes cromados y, sobre todo, nuevas inserciones de madera en el habitáculo, algo que los clientes más fieles de la marca habían echado de menos al encontrar aluminio cepillado en el primer XJ-S.

Jaguar XJ-S

La verdadera revolución llegó en 1983, cuando se estrenó la versión de acceso con motor de seis cilindros en línea de la legendaria serie XK, en este caso, un 3.6 con 225 CV y 330 Nm de par motor, acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, que permitía un 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y una velocidad máxima de 220 km/h.

En ese mismo periodo llegó la primera variante descapotable del XJ-S. Inicialmente, se trataba de un 'targa' con techo corredizo llamado XJ-SC, seguido en 1988 por el XJ-S Convertible de pleno derecho con techo de lona, plegable eléctricamente.

Jaguar XJ-S

La tercera serie

El último capítulo de la historia del Jaguar XJS (desde ahora escrito sin el guión) se abrió en 1991, con la marca británica ya en manos de Ford. Aparte de algunos cambios estéticos menores, sobre todo en la parte trasera, las novedades seguían refiriéndose a los motores, con el bloque de 12 cilindros aumentado a 6,0 litros y 308 CV, y el de seis cilindros elevado a 4,0 litros y 244 CV.

Además, por primera vez se abandonó la disposición del puente De Dion con frenos interiores (es decir, colocados inmediatamente a la salida del diferencial) para el eje trasero en favor de una disposición más tradicional con los frenos montados en los bujes de las ruedas. El XJS se dejó de fabricar finalmente el 4 de abril de 1996, después de que se produjeran 115.413 ejemplares, que fueron despreciados durante mucho tiempo incluso por los coleccionistas.

Jaguar XJ-S

Sin embargo, en la actualidad, al igual que las distintas series del XJ del que deriva, el XJ-S está atravesando una interesante fase de revalorización en el mercado de los coches clásicos, en la que participan no solo los modelos V12, sino también los de seis cilindros.

Las unidades en buen estado se valoran actualmente entre 16.000 y 22.000 euros y hasta 26.000 euros para las variantes premium, como los descapotables, y entre 24.000 y 33.000 euros para los que están en perfecto estado. Estos precios están destinados a seguir subiendo a medida que aumente el interés de los coleccionistas.

Jaguar XJ-S

También en competición

Si la historia comercial del XJ-S no ha sido un gran éxito, no se puede decir lo mismo de su trayectoria deportiva. El coupé británico comenzó su carrera de competición en 1977 en Estados Unidos, cuando un ejemplar se inscribió en el Campeonato Trans Am y ganó el título de pilotos con Bob Tullius, mientras que al año siguiente también se hizo con el título de fabricantes.

En 1982, a instancias de Tom Walkinshaw, se inscribió un XJ-S en el Campeonato Europeo de Turismos. El coche contaba con un motor V12 de 400 CV y estuvo a punto de ganar el título tanto en su año de debut como en 1983, mientras que en 1984, gracias a la adopción de una versión actualizada del propulsor, esta vez desarrollada por Cosworth, el modelo británico se hizo finalmente con el campeonato.