Siempre duele ver un coche en mal estado, bien porque ha estado en un garaje durante años cogiendo polvo o porque no se ha cuidado lo suficientemente bien. Sin embargo, lo que le ha pasado a este Lamborghini es algo mucho más preocupante.
Durante el pasado 19 de octubre, cerca de la localidad austriaca de Mondsee, al norte del país, un Lamborghini Huracán acabó en el fondo del lago homónimo. Lo más curioso no es que un superdeportivo haya caído al agua, sino la razón.
Galería: Lamborghini Huracán STO
La policía local identificó al propietario del vehículo, un conductor de 31 años, que, aparentemente, confundió los pedales del acelerador y el freno. Un error así puede pagarse caro, más aún cuando estás cerca de un lago con un supercoche.
Según las autoridades locales, el dueño del Lamborghini acababa de dejar a un pasajero en tierra (nunca mejor dicho) y estaba girando cuando confundió el acelerador y el freno. El automóvil terminó en remojo, a unos 15 metros de profundidad.
Afortunadamente, el conductor salió solo con heridas leves, ya que escapar de un vehículo sumergido es complejo, debido a la presión que se ejerce en el agua. Con uno de los protagonistas, el principal, a salvo, solo quedaba rescatar el Huracán.
Según los informes, se necesitaron 31 miembros del cuerpo de bomberos de Mondsee e Innerschwand en la operación. El equipo estaba formado por cinco buzos, un globo de recuperación y una grúa para recuperar el Lamborghini de las profundidades del lago.
El 'rescate' duró tres horas y, aunque no se aprecian daños aparentes en el automóvil, una sesión de buceo a 15 metros de la superficie no es nada bueno para la mecánica. Por ello, si alguna vez te encuentras a los mandos de un superdeportivo, recomendamos que, al menos, sea muy cuidadoso con los pedales.
Esta es la versión oficial de los hechos, pero también hay que recordar la historia del Bugatti Veyron que corrió la misma suerte que este Huracán. En aquella ocasión, el propietario sumergió el vehículo a propósito, no para 'enseñarlo' a nadar, sino para timar al seguro.
Fuente: servicio de bomberos de Mondsee, a través de Jalopnik