Si sueles leer Motor1.com habitualmente, la historia que te vamos a contar hoy no te resultará del todo desconocida. A fin de cuentas, no es la primera vez que hablamos de los radares de ruido, la última herramienta de las autoridades para aumentar las cifras de multas de tráfico.
Como en anteriores ocasiones, viajamos hasta Francia, donde estos nuevos instrumentos han empezado a 'trabajar', aunque aún en fase de pruebas, por lo que todavía no se están imponiendo sanciones económicas.
Y como no podía ser de otro modo, el objeto de la diana son las motos. Sin duda, uno de los colectivos más perseguidos por las autoridades, que ahora declaran la guerra a los escapes modificados o incluso a quienes circulan sin silencioso.
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En las ciudades de París, Niza, Toulouse, Rueil-Malmaison, Villeneuve-le-Roi, Bron, Saint-Lambert y Saint-Forget se ha puesto en marcha un proyecto piloto para poner a prueba la eficacia de estos nuevos radares de ruido.
En esencia, serían similares a los de velocidad, fotografiando el vehículo infractor. Eso sí, en este caso, se controlarían los decibelios emitidos. Todo, gracias a un dispositivo al que se denomina 'Méduse' o medusa.
Dicho dispositivo fue patentado por una empresa llamada Bruitparif, allá por 2016, pensando en vigilar las obras y otras fuentes de ruido en las grandes ciudades. Sin embargo, el ayuntamiento de París vio rápido su potencial vial y comenzó a probarlo en 2019.
Los municipios franceses que participan en el periodo de prueba comenzarán la vigilancia con este radar de ruido entre finales de año y principios de 2022. Y según parece, si los mandatarios están contentos con su labor, deberían entrar en funcionamiento en el resto del país en 2023.
Porque por supuesto, además de motos, el sistema también puede detectar coches y camiones que hagan demasiado ruido. ¿Crees que esta solución podría llegar a España? Por el momento, no hay nada oficial, pero a nosotros no nos extrañaría lo más mínimo...
Fuente: Motor1.com Brasil