Las motos de nieve han evolucionado bastante a lo largo de la historia. Los modelos modernos suelen utilizar pequeños motores de dos o cuatro tiempos, pero ¿y si te dijéramos que uno de las unidades iniciales de este tipo de vehículos utilizaba un bloque V8?
No estamos bromeando. Esa moto de nieve existió en realidad y fue la Bombardier B-7. Ahora, un ejemplar totalmente restaurado estará a la venta en la próxima subasta de Amelia Island, este mes de mayo, con un precio inicial de venta de 30.000 dólares.
Galería: Bombardier B-7
Denominado como autocar de nieve, el B-7 está propulsado por un motor Ford Flathead V8 de 3,6 litros, que desarrolla unos 90 CV de potencia. La propulsión se envía a unas orugas traseras a través de una caja de cambios manual de tres velocidades. Como verás, este concepto de vehículo se parece más a un automóvil que a una moto moderna.
Al igual que Karl Benz y el automóvil, el 'autocar' de nieve tiene una historia igualmente curiosa. Todo empezó cuando el hijo de dos años de Joseph-Armand Bombardier murió durante un invierno, debido a que ningún vehículo de la época pudo transportarlo con seguridad hasta un hospital. El inventor se puso manos a la obra y diseñó una especie de carroza de nieve, al darse cuenta de que la fatal situación que sufrió su hijo era bastante común en aquellos años.

Los primeros B-7 vieron la luz en 1935 y tuvieron un éxito inmediato. El principio de ligereza era tan eficaz que el primer Bombardier era capaz de enfrentarse a terrenos que serían intransitables, incluso a pie. En su interior, como habrás adivinado por el nombre, podía albergar hasta siete ocupantes.
Los primeros modelos se construyeron utilizando madera como material estructural, porque el acero era mucho más pesado y dificultaba el avance sobre grandes cantidades de nieve, limitando totalmente su funcionalidad.

En cuanto a la carrocería de madera, la mayoría de los B-7 originales no soportaron bien las inclemencias del invierno. Afortunadamente, este ejemplar sigue intacto, ya que ha pasado la mayor parte de su vida guardado en un museo.
Aunque el vehículo era capaz de atravesar casi todo lo que la naturaleza le deparaba, los pedidos de este vehículo invernal cayeron en picado después de que el gobierno de Quebec empezase a retirar la nieve de las carreteras.

Afortunadamente, Bombardier sobrevivió a los tiempos difíciles y creó una entidad independiente para la fabricación de aviones comerciales. Como parte de la historia de los comienzos de la actual empresa canadiense, apostamos que esta 'motonieve grupal' se venderá por un buen precio.