Alfa Romeo siempre despierta un gran interés, ya se hable de su presente, futuro o pasado. En este caso, la noticia viene de la mano de un modelo clásico, uno de los más controvertidos de su historia. Más concretamente, el Alfasud, un modelo que supuso muchos cambios dentro de la firma italiana.
Económicamente, este vehículo fue importante, puesto que se construyó una fábrica solo para el ensamblaje del Alfasud, con todo lo que eso conlleva industrialmente. Pero además, el coche también supuso un gran reto a nivel técnico.
De hecho, fue el primer Alfa Romeo diseñado para un público más amplio y menos elitista, pero sobre todo, era un vehículo con tracción delantera. Todo lo contrario al ejemplar que estás viendo y que subastará RM Sotheby's el 13 de febrero: el Ti Bimotore 4x4.
Esta versión, que nunca vio la luz como modelo de producción, fue construida para su uso en competición. Nacido de una idea del preparador Gianfranco 'Wainer' Mantovani, empieza a quedar claro el motivo por el que el coche estaba equipado con dos motores.
El esquema es similar al que hoy proponen los vehículos eléctricos 4x4, donde cada motor proporciona tracción a un eje. El protagonista de este dualismo fue el propulsor bóxer, de cuatro cilindros, con 1.186 cm3 y 79 CV.
La primera unidad iba instalada en la posición habitual y suministraba par y potencia a la parte delantera, mientras que la segunda ocupaba el lugar de los asientos traseros, y se encargaba de mover las ruedas traseras.
Con este esquema, la mayoría de los componentes mecánicos del Alfasud Ti Bimotore 4x4 Wainer estaban duplicados. Por ejemplo, dos cajas de cambios, o doble sistema de encendido (uno para cada motor), lo que complicaba, a nivel técnico, el funcionamiento correcto del vehículo.
El motor trasero, siendo el que más sufría, desde el punto de vista mecánico, estaba dotado de un par de radiadores con ventiladores eléctricos, ubicados cerca de las tomas de aire laterales de la carrocería. Se añadió un sistema de escape separado para el segundo motor y una bomba para accionar el embrague del propulsor posterior.
También la instrumentación preveía un doble cuadro para controlar todos los parámetros provenientes de la doble motorización. En cuanto a las prestaciones, los artículos de la época hablaban de una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y de una velocidad máxima de 215 km/h.
Su valor de mercado es difícil de establecer, dado que es un ejemplar bastante inusual. El 13 de febrero, cuando el coche sea subastado por RM Sotheby's, sabremos el interés real que puede despertar. El hecho de no tener precio de reserva animará las pujas, con total seguridad.