Rebuscando en el archivo de uno de nuestros clásicos deportivos favoritos, el Peugeot 205 GTi, nos hemos encontrado con una noticia casi tan curiosa como increíble, en forma de 'Frankenstein' automovilístico. A fin de cuentas, como ya te hemos contado, estás ante un 205 GTi... diésel.

Localizado por nuestros compañeros de Motor1.com en Francia, hace ya algún tiempo, el utilitario les llamó la atención por un hecho muy simple: se vendió por apenas 3.800 euros, cuando hoy en día es difícil encontrar un GTi por debajo de los 10.000 euros.

Como es lógico, el asunto tenía truco: este 205 del año 1992 había perdido su célebre propulsor 1.9 de gasolina, en favor del motor turbodiésel XU9DT, también originario del Grupo PSA. Si no te suena, te diremos que era el mismo bloque de 1,9 litros que empleaba el 306 D Turbo.

De este modo, hasta donde nosotros sabemos, te encuentras ante el único (esperemos) Peugeot 205 GTique ha sufrido esta desconcertante transformación. Y si te lo estás preguntando, se encontraba a la venta en Reino Unido.

Conocido por su fiabilidad y robustez, de hecho, el motor se tomó prestado de un 306 de primera fase. Eso sí, previamente, recibió un tratamiento 'vitamínico' que le permitía ofrecer 120 CV de potencia (frente a los 90 del modelo original).

Pero la cosa no acaba ahí, ya que se combina con la caja de cambios manual, de cinco marchas, que empleaba el 205 Turbo Diesel. ¿El resultado de todo esto? Más allá de una previsible pérdida en el agrado de conducción, sus prestaciones no son malas: alcanza los 193 km/h y acelera de 0 a 100 en 8,0 segundos.

Imaginamos que debido a un exceso de tiempo libre del anterior propietario, el coche porta el tren trasero del 205 GTi 1.6, lo que hace que se aprecien frenos de tambor, en lugar de los discos de la versión 1.9. Y para rematar este auténtico coche ornitorrinco, la suspensión está rebajada en 30 milímetros.

A pesar de todo eso, y de los 160.000 kilómetros que marcaba la instrumentación, no lucía un mal aspecto general, en el momento de ser vendido. Esperemos que su nuevo propietario se haya decidido a devolver al coche su estado original. Porque en el fondo, así es como nos gustan los clásicos populares de los años 80 y 90... Tal y como salieron de fábrica.

Fuente: Classic & Sport Cars, vía Motor1.com Francia