Entre los diseñadores de automóviles que más han contribuido a dibujar el aspecto de los coches que todavía se conducen actualmente, ha de estar sin duda Virgil Exner, y una de sus obras más significativas, el Chrysler D'Elegance coupé, presentado en el salón de París de 1952 y fabricado por el famoso carrocero italiano Ghia.
Con este sinuoso, largo y estilizado coupé biplaza, el diseñador norteamericano dio un giro al diseño de Chrysler, pero su interesante prototipo también sirvió de inspiración para el Volkswagen Karmann Ghia, que era una copia demasiado descarada del D'Elegance.
Son elementos de diseño comunes la voluminosa forma de los pasos de rueda traseros, o el habitáculo con forma ovalada, rasgos que hacen del Chrysler D'Elegance uno de los concept car más icónicos de todos los tiempos. Solo existe un ejemplar del coche, el único fabricado, y se vendió en subasta de RM Sotheby's, en 2011, por el equivalente a 841.000 euros.
Lo más curioso de todo es que la idea de un coupé bajo, largo y lujoso, con formas imponentes pero también deportivas, ya estaba rondando la mente de los diseñadores desde principios de la década de los 50, como demuestra el Bentley Mark VI Cresta II de 1951, o el pequeño y adorable Simca 8 Sport, de 1948.
No estamos seguros de si Virgil Exner se inspiró en alguna creación previa, pero desde luego, con su Chrysler D'Elegance, expuesto en París en 1952, sorprendió al mundo, con una propuesta que gozaba de una alargada línea horizontal, desde los guardabarros delanteros hasta los anchos y abombados pasos de rueda traseros.
Cabe destacar también la gran 'boca' delantera, cubierta por una rejilla de malla ancha, o unos faros delanteros empotrados en la carrocería, un largo capó o un capó trasero que incluía un compartimento para la rueda de repuesto.
Nos gustan especialmente las llantas de radios, los neumáticos con el flanco en blanco, los pilotos estilo 'micrófono', que sobresalen de la carrocería, y también el color rojo metalizado del exterior o un habitáculo con tapicería de cuero, en colores negro y crema, o un juego de maletas a medida para el interior.
De la fabricación de este ejemplar único (lo que hoy en día llamaríamos un one-off), como hemos dicho, se encargó Carrozzeria Ghia, en Turín, compañía que por entonces estaba dirigida por Luigi Segre y que, en aquellos años, entabló una estrecha colaboración con la marca americana Chrysler.
Bajo las esculturales formas de este concept, se escondía el chasis acortado del Chrysler New Yorker, con un generoso motor 5,8 litros HEMI V8, cuya potencia rondaba los 280 CV. Lógicamente, el bloque de ocho cilindros iba acoplado a una transmisión automática, PowerFlite.
Antes del D'Elegance, Chrysler lanzó otros prototipos, también firmados por Exner, que contribuyeron a definir el estilo de este. Hablamos de los K-310, C-200, Special y Special Modified. De todos ellos, solo el Special llegó a producción, en una tirada muy corta, con unas pocas docenas de vehículos fabricados, que en Europa se vendieron con la denominación GS-1.
[Fotos: Darin Schnabel para RM Sotheby's]